Se trata de un modo de juego popularizado en 2018 gracias a videojuegos como ‘Fortnite’ o ‘PUBG’.
Desde mediados de 2017, es raro que alguien mínimamente ligado al mundo de los videojuegos no haya escuchado el término ‘Battle Royale’. Aunque ya existía previamente, en esos años se convirtió en un modo disponible en numerosos títulos que fue abriéndose hueco entre la comunidad gamer y acabó convirtiendo a algunos de los juegos que lo practicaban en exitazos. El modo ‘Battle Royale’ consiste en un combate masivo entre jugadores que aparecen en un mapa de gran tamaño sin armas ni consumibles y deben equiparse con lo que encuentren y ser los últimos en quedar vivos para ganar.
Generalmente, cada partida suele reunir a 100 jugadores que pueden elegir actuar en equipo, por parejas o en solitario. Los personajes son lanzados desde el aire en el punto que ellos deseen del mapa y deben conseguir armas, munición, consumibles y, en algunos casos, materiales para construir defensas. El mapa cuenta con una zona segura que se va reduciendo de forma regular para forzar a los propios jugadores a ir concentrándose en un punto y, lo quieran o no, enfrentarse hasta que no quede más que un ganador. Los distintos escenarios que forman el terreno y la aparición aleatoria de objetos consiguen otorgar a cada partida una sensación de novedad a pesar de que la mecánica siempre es la misma.
El concepto comenzó a utilizarse en el espectáculo de lucha libre estadounidense WWE (World Wrestling Entertainment Inc.) aunque bajo el nombre de Royale Rumble. Era un tipo de combate en el que los luchadores entraban al cuadrilátero en intervalos regulares de tiempo y acababan enfrentándose en un todos contra todos caótico del que, al igual que en los juegos, solo podía salir uno. Aunque se popularizó a finales de los 80, solo se trata de un antecedente. La verdadera fuente de inspiración para los ‘Battle Royale’ surgió en Japón en 1999.
Ese año, el autor Koushun Takami publicó una novela titulada ‘Battle Royale’ en la que, tras la Segunda Guerra Mundial, Japón había caído en un régimen autoritario en el que se había instaurado como tradición realizar combates a muerte entre cuarenta y dos estudiantes de secundaria de forma anual. El éxito del libro fue inmediato y en el año 2000 se adaptó a la gran pantalla. La saga literaria ‘Los juegos del hambre’ de Suzanne Collins se asemeja enormemente a la historia de Takami.
La película ‘Battle Royale’ y su secuela no recaudaron una gran suma de dinero en taquilla ni conquistaron a la crítica, pero gustaron al público general por la situación tan bizarra que planteaban. Muy pronto la idea fue aprovechada en el mundo de los videojuegos creando pequeños guiños o modos secundarios en títulos como Minecraft o DayZ. Sin embargo, su éxito llegaría con PlayerUnknown’s Battleground (PUBG), desarrollado por Brendan Greene, y Fortnite: Battle Royale de Epic Games; aunque el reciente Apex Legends tampoco se queda atrás. Aunque generalmente son títulos free-to-play (el contenido básico es gratuito) los jugadores tienen la opción de ampliar su experiencia con nuevos personajes, ventajas o armas a través de micro-transacciones.
El triunfo fue casi instantáneo, el número de jugadores y las ganancias de las respectivas compañías se multiplicaron y ambos títulos comenzaron a salir de las consolas con ropa, merchandising e incluso bailes. Mientras PUBG apostaba por un estilo más realista y adulto, próximo a las experiencias de shooters como Call of Duty, Fortnite prefería mantener un tono más relajado con su estética tipo cartoon y dando importancia a la recolección de materiales para poder construir estructuras defensivas.
Su éxito provocó un tsunami de variaciones, copias y juegos inspirados de toda clase que llenaron un nicho tan rentable como inestable, convirtiendo el propio mercado de los juegos Battle Royale en un Battle Royale de videojuegos (¿paradójico, no?). La supervivencia de estos títulos suele estar ligada a una constante actualización que incorpora nuevos elementos que haga la experiencia refrescante y en las distintas temporadas. Estas recogen todas las partidas durante un tiempo determinado que proporcionan recompensas y posiciones en un ranking que, al hacer borrón y cuenta nueva, incitan al jugador a competir intentar superarse respecto a sus resultados previos.
¡Solo puede quedar uno!
Periodista en construcción. Soy de los que puede mantener una conversación solo con frases de ‘Los Simpson’ y de los que recuerda sus viajes por lo que comió en ellos. Es raro no pillarme con un libro o un cómic en la mano. Valhalla or bust.