El Virus Papiloma Humano (o VPH por sus siglas) es una familia de virus que afecta muy frecuentemente tanto a mujeres como a varones. Se estima que 8 de cada 10 personas sexualmente activas que no han sido vacunadas contraerán el virus en algún momento de sus vidas.
Sin embargo, los hombres también pueden adquirir el virus, presentar complicaciones como verrugas genitales y ciertos tipos de cáncer como el de ano, pene y orofaringe (parte posterior de la garganta, lengua y amígdalas). Sumado a esto, el hombre es parte importante de la cadena de transmisión, no presenta síntomas y no tiene formas de realizar estudios de tamizaje como es el caso de las mujeres a través de la prueba de VPH y del Papanicolau.
El VPH es un virus de fácil transmisión por contacto íntimo de piel con mucosas. El uso del preservativo desde el comienzo de la relación sexual ofrece una buena protección contra las infecciones por transmisión sexual, pero en el caso del VPH, el virus puede encontrarse en zonas del área genital que no quedan cubiertas por el látex y por este motivo no brindar 100% de protección. Los especialistas aconsejan su utilización como una medida preventiva más para reducir el riesgo.
De igual manera, es fundamental realizar controles periódicos: en el caso de las mujeres sexualmente activas, existe la prueba del VPH y el PAP. Este último es un examen que detecta lesiones en el cuello del útero. Son lesiones que no se detectan a simple vista ni producen síntomas, y tenerlas no es sinónimo de tener cáncer. Se recomienda que se realicen un PAP todas las mujeres a partir de los 25 años. Si el PAP es anormal es posible que se indiquen otros estudios como la colposcopía y la biopsia.
El test de VPH es una prueba que detecta la presencia de los tipos del Virus Papiloma Humano (VPH) que pueden producir cáncer de cuello de útero. Es simple, seguro y no produce dolor. Su toma es similar al PAP y está recomendado realizarlo a partir de los 30 años.
La prevención de la infección por VPH se basa en la educación sexual integral, los estudios ginecológicos periódicos y la vacunación. En Argentina disponemos de dos vacunas contra el VPH, una tetravalente, con protección contra cuatro genotipos y una nonavalente con protección contra 5 genotipos adicionales.
La vacuna tetravelente está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación para niños y niñas de 11 años de edad, en dos dosis, con con un intervalo mínimo de 6 meses, después de la primera dosis. Es gratis en todos los vacunatorios, hospitales públicos y centros de salud del país.
La Dra. María Alejandra Picconi, Jefa del Servicio de Virus Oncogénicos del Laboratorio Nacional y Regional de Referencia de Papilomavirus- OPS/OMS, Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas- ANLIS “Dr. Malbrán”, destaca que “existe información actualizada donde se visualizan resultados positivos sobre el impacto temprano de la vacunación en adolescentes vacunadas en la Argentina: se encontró una disminución del 93% de prevalencia de VPH16 y VPH18, principales virus asociados al cáncer cervicouterino, y la reducción de los VPH 31 y 45. Estos datos de Argentina fueron los primeros obtenidos y publicados en un país de Latinoamérica, ya que hasta ese momento solo había información proveniente de los países de altos ingresos”.
En 2022 se inició un nuevo estudio para evaluar el impacto de la vacunación, después de una década de la implementación de la vacunación contra VPH en la Argentina. Al respecto, Picconi señala que “estas jóvenes recibieron mayoritariamente la vacuna cuadrivalente, implementada en el país a partir de 2014?.