Un informe preliminar de la investigación de la tragedia del avión de Ethiopian Airlines muestra que los pilotos siguieron todos los procedimientos de seguridad recomendados por Boeing.
La Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) ha ordenado a Boeing solucionar un segundo problema encontrado en el sistema de control de vuelo de sus aviones modelo 737 MAX, según publica el diario The Washington Post.
Un informe preliminar de la investigación del accidente del Boeing 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines que se estrelló el pasado 10 de marzo en Etiopía, provocando la muerte de las 157 personas que viajaban a bordo, muestra que los pilotos siguieron todos los procedimientos de seguridad, pero no pudieron desactivar el "software" de control automático de vuelo que hizo descender el morro de la aeronave.
"Los pilotos realizaron varias veces todos los procedimientos indicados por el fabricante, pero no fueron capaces de controlar el avión", dijo este jueves la ministra de Transporte de Etiopía, Dagmawit Moges, al presentar los resultados del informe.
Moges no mencionó al sistema automático de estabilización conocido como Sistema de Aumento de Características de Maniobra (MCAS, por sus siglas en inglés) como la posible causa del accidente, pero sugirió que ese "software" se activó y que no fue posible desactivarlo.
Al igual que en el Boeing 737 MAX 8 de Lion Air que se accidentó en Indonesia en octubre pasado con 189 personas a bordo, la atención en la tragedia de Ethiopian Airlines se ha centrado en el sistema MCAS, que empuja la nariz del avión hacia abajo.
Sin embargo, un nuevo problema encontrado en esos modelos que afecta a los "flaps" y otros sistemas de control ha sido clasificado como crítico para la seguridad de vuelo, dijeron fuentes de la FAA con conocimiento del caso.
Boeing ha minimizado este nuevo problema y no ha ofrecido detalles sobre cómo afecta al sistema de control de vuelo. "Estamos tomando medidas para abordar este problema relativamente menor y ya tenemos la solución", dijeron desde la compañía a The Washington Post.
Luego de los dos siniestros, varios países de la Unión Europea y América Latina, así como EE.UU., China, Corea del Sur, Australia, Turquía e India, entre otras naciones, dejaron en tierra y/o cerraron su espacio aéreo a los aparatos de este modelo de Boeing. Todo ello provocó una importante caída del valor bursátil de la compañía aeronáutica, que decidió suspender las entregas de sus 737 MAX.
El descubrimiento del nuevo fallo provoca más incertidumbre en torno a este modelo y podría alargar la vuelta a la actividad de estas aeronaves.