El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, informó que los sistemas de defensa aérea interceptaron al menos 30 misiles, incluidos algunos balísticos, mientras que las infraestructuras de gas fueron especialmente blanco del ataque.
Rusia lanzó un ataque masivo contra el sector energético de Ucrania este miércoles, utilizando más de 40 misiles y 70 drones, según el gobierno de Kiev. Este ataque, parte de una campaña de bombardeos que ha durado meses, se produce en un momento crítico para Ucrania, que debe mantener operativa su infraestructura durante el invierno.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, informó que los sistemas de defensa aérea interceptaron al menos 30 misiles, incluidos algunos balísticos, mientras que las infraestructuras de gas fueron especialmente blanco del ataque. "Estamos en pleno invierno y el objetivo sigue siendo nuestro sector energético", declaró Zelensky.
El bombardeo ocurrió un día después de que Ucrania afirmara haber llevado a cabo su mayor ofensiva aérea contra fábricas militares y centros energéticos en territorio ruso, con el objetivo de debilitar las capacidades de Moscú.
En el oeste de Ucrania, se confirmaron impactos en infraestructuras críticas, como en Ivano-Frankivsk, donde no hubo víctimas, y en Lviv, donde los ataques en los distritos de Drogobych y Stryi provocaron daños materiales sin víctimas fatales. Además, se anunciaron apagones de emergencia en siete regiones, incluida Donetsk, una zona clave del conflicto. En Kherson, las autoridades también informaron cortes de electricidad debido a los bombardeos nocturnos.
Previo al ataque, Ucrania emitió alertas aéreas para advertir de la llegada de misiles de crucero dirigidos hacia varias regiones, incluida Kiev. Moscú justificó la ofensiva, alegando que sus ataques apuntan a infraestructuras que apoyan al ejército ucraniano, y acusó a Ucrania de utilizar misiles suministrados por Estados Unidos y el Reino Unido en sus propios ataques.