Porque en su opinión dan una mala imagen de Brasil y son perjudiciales para la economía, informaron medios locales.
El presidente Jair Bolsonaro expresó su voluntad de embargar la divulgación de datos oficiales sobre la deforestación de la Amazonía como los que elabora el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, porque en su opinión dan una mala imagen de Brasil y son perjudiciales para la economía, informaron medios locales.
"Puedes divulgar los datos, pero tiene que pasar por las autoridades para no ser sorprendido; hasta por mí, una información tan importante como esa no puede tomarme por sorpresa", dijo Bolsonaro según recoge el diario Folha de Sao Paulo.
El mandatario agregó que "las informaciones tienen que llegar a nuestro conocimiento de manera que podamos tomar las decisiones precisas en base a esas informaciones".
El presidente dijo que los datos no pueden divulgarse sin más porque pueden causar "un enorme daño a Brasil", ya que "todo el mundo" tiene en cuenta la cuestión ambiental.
"Otros países, con los cuales estamos negociando la cuestión del Mercosur, o incluso un acuerdo bilateral, dificultan [las negociaciones] con la divulgación de esos datos", afirmó Bolsonaro.
En las últimas semanas, líderes mundiales como la canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente francés, Emmanuel Macron, expresaron su preocupación por la política ambiental del Gobierno de Bolsonaro.
El presidente francés advirtió que no podría llegar a acuerdos con quien no cumpla el Acuerdo de París contra el calentamiento global, que en el caso de Brasil exige que la deforestación ilegal en la Amazonía se termine en 2030, algo cada vez más improbable.
La semana pasada, el Inpe divulgó que en los primeros 15 días de julio se derribaron más de 1.000 kilómetros cuadrados de selva, un 68% más que en el mismo periodo de 2018.
Bolsonaro criticó al director del Inpe, Ricardo Galvao, sugiriendo que estaría "al servicio de alguna ONG" y aseguró que movilizaría al ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, para pedirle explicaciones.
El Inpe está adscrito al ministerio de Ciencia Tecnología, y los datos que produce captando imágenes de la Amazonía vía satélite se envían diariamente al Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), el organismo que fiscaliza los delitos ambientales.
No es la primera vez que Bolsonaro o miembros de su Gobierno cuestionan datos oficiales; previamente fue blanco la metodología del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) a la hora de elaborar los datos del desempleo.