Atrapada y consciente, Bonazza aplicó técnicas de yoga para controlar su respiración y comenzó a emitir señales en código Morse, golpeando el concreto para llamar la atención de los rescatistas.
María Josefa Bonazza, la única sobreviviente hasta ahora del derrumbe del hotel Dubrovnik en Villa Gesell, relató por primera vez desde el hospital los momentos de horror que vivió. Tras el colapso, Bonazza utilizó "sonidos en código Morse pidiendo auxilio" y recordó que su esposo, Federico César Ciocchini, "no respondía".
El trágico incidente, que ha dejado hasta el momento siete fallecidos, ocurrió cuando el matrimonio, residente de Balcarce, llegó a Villa Gesell para coordinar la recepción de turistas en su domicilio de verano. Bonazza contó que escucharon "dos explosiones muy fuertes" antes del derrumbe, momento en el que quedó atrapada y sin respuesta de su esposo, quien fue la primera víctima identificada en el lugar.
Atrapada y consciente, Bonazza aplicó técnicas de yoga para controlar su respiración y comenzó a emitir señales en código Morse, golpeando el concreto para llamar la atención de los rescatistas. Horas más tarde, vio un "haz de luz" que marcó su rescate, mientras que Ciocchini fue hallado sin vida.
Tras su rescate, Bonazza fue trasladada a Mar del Plata, donde recibió atención médica por fracturas en el hombro y la muñeca. Actualmente, se recupera en un hospital de Balcarce.
En el lugar, personal de Defensa Civil y bomberos rescataron otros tres cuerpos, identificados como Mariano Troiano, Matías Chaspman y Ezequiel Matu, mientras continúan los esfuerzos para hallar a Dana Desimone, pareja de Nahuel José Stefanic, sobrino de la ex dueña del hotel, ambos también fallecidos en el siniestro.