Apple le envió un ultimátum a los desarrolladores para que dejen de registrar los movimientos que realiza el usuario en la pantalla del iPhone . Si este comportamiento persiste, las aplicaciones serán retiradas de la tienda App Store.
Esta tecnología es proporcionada por la firma Glassbox mediante un código insertado en las líneas de programación de una aplicación móvil. Apple exigió a los desarrolladores que abandonen esta práctica porque sino sus apps serán retiradas de la tienda App Store de Apple.
Enfocado en diferenciarse de la competencia con dispositivos y servicios que hacen foco en la privacidad de los usuarios, Apple arrancó el año con un provocativo anuncio en Las Vegas para reforzar esta estrategia. A su vez, le quitó las credenciales de desarrollo de forma temporal a Facebook primero y a Google después por infringir las normas de uso dentro del ecosistema de aplicaciones móviles, una medida que afectó el funcionamiento de sistemas internos.
La compañía también tuvo su revés con un grave fallo de seguridad que expuso las conversaciones de los usuarios del servicio de videollamadas FaceTime al activar de forma remota el micrófono, aún cuando el receptor no atendía el pedido de comunicación. La vulnerabilidad fue resuelta por Apple mediante una actualización de software de la aplicación.