Científicos japoneses han podido desarrollar un dispositivo que trabaja a través de redes neuronales sintéticas
Un equipo internacional conjunto de investigación dirigido por el Instituto Nacional de Ciencia de Materiales en Japón está desarrollando actualmente un dispositivo de memoria similar al cerebro que utiliza el material de la red neuromórfica, la cual fue denominada computación neuromórfica y que se preocupa por emular la estructura neural y el funcionamiento del cerebro humano, según el gigante de chips Intel.
El equipo tiene la intención de diseñar el dispositivo de memoria para operar utilizando principios fundamentalmente diferentes a los utilizados en las computadoras actuales, y espera que esta investigación facilite la comprensión de los mecanismos de procesamiento de información del cerebro.
En un estudio publicado en la revista Scientific Reports, los investigadores informaron que lograron fabricar una red neuromórfica compuesta por numerosos nanocables metálicos y al utilizar esta red, el equipo pudo generar características eléctricas similares a las asociadas con funciones cerebrales de orden superior exclusivas de los humanos, como memorización, aprendizaje, olvido, alerta y recuperación de la calma.
El desarrollo de técnicas de Inteligencia Artificial ha avanzado rápidamente en los últimos años y ha comenzado a impactar nuestras vidas de diversas maneras, aunque la IA procesa información de manera similar al cerebro humano, los mecanismos por los cuales operan los cerebros humanos aún son en gran medida desconocidos, a pesar de que se han estudiado a detalle los componentes fundamentales del cerebro, como las neuronas y las uniones entre ellas lo que se conoce como sinapsis, y siguen habiendo muchas preguntas sobre el cerebro como un todo colectivo sin haber encontrado aún respuestas.
Por ejemplo, todavía no entendemos completamente cómo es que el cerebro realiza funciones como la memorización, el aprendizaje y el olvido, y cómo el cerebro se pone en alerta y vuelve a la calma, además, los cerebros vivos son difíciles de manipular en una investigación experimental.
Por estas razones, el cerebro sigue siendo un órgano misterioso, y en esta investigación se le ha dado un enfoque diferente al cerebro, ya que se crean materiales y sistemas capaces de realizar funciones similares al cerebro y se investigan sus mecanismos, puede ser eficaz para identificar nuevas aplicaciones de procesamiento de información similar al cerebro y avanzar en el conocimiento del mismo.
En la red neuromórfica que los investigadores lograron fabricar, observaron fluctuaciones temporales que se asemejan a los procesos por los cuales el cerebro se pone en alerta o vuelve a la calma, por lo que se espera que las funcionalidades emergentes basadas en fluctuaciones abran el camino a la nueva tecnología de dispositivos de memoria.