Si llevas tiempo preguntándote si vale la pena seguir con tu profesión, si crees que no eres feliz haciendo lo que haces, estos consejos son para ti.
Uno se empieza a preguntar “¿estoy haciendo lo correcto con mi vida?” “¿soy realmente feliz en mi trabajo?”, “¿es esto una simple fase, o es el universo que me está diciendo que debería dejarlo todo e irme al medio del campo y montar una granja?”.
Muchas personas antes que tú han pasado por eso. Es normal y habitual, pero que te hagas esas preguntas no significa que realmente lo que busques sea otro oficio distinto, o irte a una nueva empresa. Es simplemente que hay algo que necesitas cambiar para traer algo nuevo a tu vida, y puede ser desde más responsabilidades hasta dedicarte exclusivamente a tu familia y olvidar los trajes y las oficinas para siempre.
Pero antes de tomar cualquier decisión, es esencial hacerse unas cuantas preguntas para saber realmente qué cambios necesitas en la vida y cómo llevarlos a cabo. Porque como explica Rebecca Knight en un artículo para Harvard Business Review, cuando llegas a la crisis de la mediana edad laboral (suele ser tras unos 20 años trabajando), no tienes que tomar en consideración únicamente tus deseos, sino también la situación familiar y económica.
Pero es posible, siguiendo estos consejos, encontrar un término medio o darte cuenta de que si puedes seguir tus sueños sin poner en peligro todo lo demás.
¿Por qué quieres dejar tu trabajo?
Es la primera pregunta que debes hacerte. Las razones pueden ser muchas y muy variadas pero son la clave para entender si lo que quieres es cambiar de profesión o de ambiente. Analiza si la razón por la que te estás planteando esto es porque no estás contento con tu jefe, o tus colegas o si es principalmente por el trabajo en sí.
Empieza con pequeños cambios
Si la respuesta a la pregunta “¿soy feliz en la oficina?” es sí (es decir, si la relación con los compañeros es buena) o si no puedes permitirte en estos momentos dejar tu puesto, a lo mejor introduciendo pequeños cambios puedes dar una vuelta a la situación.
Plantéate rodearte de un equipo nuevo, hacer proyectos completamente diferentes a los que realizabas hasta ahora, unirte a algún grupo de trabajo con el que no hayas compartido tiempo anteriormente… o puedes incluso buscar tus propias oportunidades analizando tu compañía y buscando en qué falla y en qué puede mejorar y hacerlo.
Si no eres feliz, puedes cambiar de profesión
Después de haber meditado profundamente la situación, y una vez estés seguro de que pase lo que pase, vas a seguir siendo infeliz cuando te levantes todas las mañanas para ir a trabajar, toma en consideración la idea de cambiar de profesión.
Es difícil, sobre todo cuando tienes tantas responsabilidades encima, pero si la única razón por la que sigues en tu puesto es por el dinero, entonces probablemente lo mejor sería buscar algo nuevo.
Tienes conocimientos y experiencia, sabes qué te apasiona y qué no, es el momento de unir felicidad y responsabilidad y pensar en uno mismo por una vez.
Busca fuera del trabajo
Por último, recuerda que el trabajo no lo es todo y no es la única fuente de “felicidad”. Rodéate de tu familia, amigos, busca algún hobby, práctica deporte… busca lo que te haga feliz fuera de la oficina.
Es normal pensar que la manera de sentirse realizado en la vida es a través del trabajo. Que solo se consigue el éxito personal con un buen puesto y un buen salario a fin de mes, es como explica Gianpiero Petriglieri, profesor de comportamiento organizacional en HBR, lo que la sociedad nos ha hecho creer toda la vida. Pero existe un mundo más allá de eso y debemos estar abiertos a explorarlo.