Qué tipo de Yoga escoger, cuánto tiempo practicar al día, qué accesorios y ropa necesitas
Si tu propósito para 2019 pasa por hacer más deporte y has elegido el Yoga para llevarlo a cabo, seguramente te encuentres en un mar de dudas sobre qué tipo de Yoga elegir, cuántos días a la semana lo tienes que practicar, cuánto tiempo debes que dedicar al Yoga, qué ropa vas a necesitar...
Para ponerte las cosas más sencillas y que puedas comenzar cuanto antes, te contamos todo lo que debes saber sobre el Yoga si no lo has practicado nunca, antes de empezar a hacerlo.
Una de las mejores cosas del Yoga es que no existe un único tipo para practicar, sino que, dependiendo de si se trata de un Yoga más activo, más centrado en la meditación o más dedicado al trabajo muscular puedes encontrar distintos tipos para elegir el que más te convenga.
Todos los tipos de Yoga van a ayudarte a trabajar, en mayor o menor medida, la fuerza de tus músculos (con ayuda de tu peso corporal), tu flexibilidad y tu respiración.
Si eres principiante, quizás la mejor opción para comenzar sea el Hatha Yoga: este tipo de Yoga, que suele ser el más practicado tanto en estudios como en gimnasios, trata de forma pausada cada una de las asanas o posturas que deberemos llevar a cabo durante la clase, consiguiendo así un buen trabajo isométrico (sin movimiento) de la fuerza.
Si lo que te interesa es un tipo de Yoga más "movido" y más "fitness", tanto el Ashtanga Yoga o Ashtanga Flow como el Vinyasa Yoga son una buena opción. En ambos tipos de Yoga las clases suelen ser más dinámicas, ya que las diferentes asanas se van enlazando unas con otras formando diferentes secuencias sin detenernos demasiado tiempo. El movimiento y su combinación con nuestra respiración son básicos en estas clases.
Si buscas un tipo de Yoga que suponga un reto para ti, quizás el Bikram Yoga o Yoga con calor puede ser una buena opción. Las clases de Bikram Yoga se realizan en centros especiales que están acondicionados para mantener una temperatura de 42 grados y con un 40% de humedad. En las clases se realizan 26 posturas de Hatha Yoga combinadas con el calor, que nos ayuda a mejorar nuestra flexibilidad y nuestra función cardiovascular.
Si nunca antes has practicado Yoga, puedes comenzar planteándote una rutina de 30 minutos de duración dos o tres veces a la semana. Procura programar tus sesiones de entrenamiento en días alternos (lunes, miércoles y viernes, por ejemplo) para tener un día de descanso entre ellas en el que tu cuerpo pueda descansar. Aquí te dejamos una selección de rutinas de treinta minutos que puedes encontrar en Youtube.
Otra de las posibilidades que tienes, sobre todo de cara a crear un hábito de entrenamiento, es comenzar tu día con una pequeña rutina de 10 o 15 minutos de duración a primera hora de la mañana. Una buena idea para plantearlo es dedicar a esta pequeña rutina (es ideal que realices unas cuantas secuencias del saludo al sol) cada día entre semana, de lunes a viernes.
Una vez vayas mejorando, podrás realizar sesiones más largas: es estudios y gimnasios las clases suelen durar una hora en la que está incluido también el tiempo de relajación o de meditación. Si optas por las clases de Bikram Yoga, estas tienen una duración mayor, de hora y media.
Lo más importante es que al principio crees el hábito de entrenamiento día a día: una vez lo consigas y vayas viendo mejoras y beneficios, tu mismo cuerpo te "demandará" que sigas practicando.
Si vas a comenzar a practicar Yoga en casa, lo único que vas a necesitar es un poquito de espacio y una colchoneta adecuada para la práctica de esta disciplina. Las colchonetas de Yoga son más delgadas que las clásicas colchonetas que podemos encontrar en el gimnasio: sus tres o cuatro milímetros de grosor son suficientes para aislarnos del suelo y el hecho de que sea delgada nos beneficiará a la hora de ganar estabilidad en las posturas de equilibrio.
En cuanto a la ropa adecuada para practicar Yoga, lo más importante es que te encuentres cómodo con ella. Tradicionalmente se ha apostado por pantalones y camisetas sueltas en tejidos ligeros, aunque si vamos a una clase de Yoga las prendas más ajustadas como las mallas pueden ayudar a que el profesor o profesora pueda corregir las diferentes asanas o posturas de manera efectiva.
Generalmente el Yoga se practica descalzo, tanto para mantener un buen contacto con la colchoneta como para evitar los resbalones que pueden causar los calcetines sobre esta. Si quieres practicar con calcetines, elige unos que sean antideslizantes para una mejor adherencia a la colchoneta.
Si estás buscando accesorios que puedan facilitarte tus entrenamientos de Yoga y llegar a hacer algunas posturas, las correas de Yoga (sobre todo para mejorar flexibilidad), los bloques de Yoga (como soporte para la espalda y la zona lumbar) y la Yoga wheel o rueda de Yoga (para facilitar las extensiones de columna hacia atrás) pueden serte de mucha ayuda. También un cojín voluminoso para levantar un poco la cadera puede ser interesante a la hora de realizar posturas en las que estemos sentados.
Estos accesorios no son en absoluto imprescindibles, pero sí pueden facilitarnos la práctica del Yoga, sea cual sea el nivel del que partimos.