Existen mitos sobre la comida congelada que no deberías creerte, especialmente en estos tiempos de confinamiento, cuando constituyen una alternativa eficaz para conservar alimentos de forma eficaz durante varias semanas.
Existen mitos sobre la comida congelada que no deberías creerte, especialmente en estos tiempos de confinamiento, cuando constituyen una alternativa eficaz para conservar alimentos de forma eficaz durante varias semanas.
¿Nunca compras comida congelada porque crees que los alimentos frescos son la única alternativa? ¿Crees que los platos de este tipo son menos sanos o incluso, perjudiciales para tu salud?
A continuación desmentiremos hasta diez mitos acerca de la comida congelada y te aportaremos valiosos datos para que incorpores algunos tipos de estos alimentos a tu consumo habitual.
6 mitos sobre los alimentos congelados que no te deberías creer
- Las frutas y verduras congeladas no son tan saludables como las frescas: Totalmente mentira, ya que los productos congelados pueden ser tan saludables que las frutas y verduras frescas. A menudo se cosechan en el pico de su madurez, y luego se congelan rápidamente en un periodo seis a diez horas. La congelación asegura el valor nutricional, por lo que ya no se degrada hasta que lo usas. Solo hay que revisar que no tengan azúcar o sal añadida.
- No es segura: FoodSafety.gov enumera pautas sobre cuánto tiempo mantener los artículos en el congelador, por ejemplo, de dos a seis meses para las sobras de carne cocida, pero eso es solo por calidad, no por seguridad. La comida congelada sigue siendo segura durante mucho tiempo, pero ten cuidado al descongelarla y volverla a congelar, especialmente a altas temperaturas, que permiten la proliferación de bacterias, y con productos como la carne o el pescado.
- Todos los alimentos congelados son ricos en sodio: Muchos fabricantes están tratando de reducir el contenido de sodio. Es fundamental fijarte en el etiquetado del producto.
- Es seguro descongelar alimentos en el mostrador: Descongelar alimentos a temperatura ambiente durante horas y horas los pondrá en la "zona de peligro", por lo que las bacterias comenzarán a crecer. Según alerta Gemma del Caño, experta en seguridad alimentaria "la mejor opción es el microondas. Parad cada poco para ir cambiando de posición de dentro a fuera y que no se cueza". Tampoco recurras a agua caliente sobre alimentos congelados.
- Los alimentos envasados pueden ir directamente al congelador: El hecho de que esas pechugas de pollo ya estén envueltas no significa que estén listas para congelar. Muchas veces los envoltorios de carne dejan entrar el flujo de aire, creando una entrada para que entren las bacterias y deteriorando la calidad en el congelador.
- Las comidas congeladas son siempre una opción equilibrada: Tampoco esto es cierto, ya que no tienen que ser necesariamente una opción completa. Fíjate en que tus platos y preparaciones culinarias tengan los índices recomendados de vitaminas y minerales, así como un equilibrio de macronutrientes: hidratos, grasas saludables y proteína.