11 cosas que pasan en tu cuerpo cuando te saltas el desayuno
No son pocas las personas que se saltan el desayuno y no ingieren alimentos hasta el mediodía. Sin embargo, esta decisión tiene consecuencias sobre tu cuerpo y mente que deberías conocer.
Miercoles, 22 de Enero de 2020
No son pocas las personas que se saltan el desayuno y no ingieren alimentos hasta el mediodía. Sin embargo, esta decisión tiene consecuencias sobre tu cuerpo y mente que deberías conocer.
Los expertos recomiendan desayunar y hacerlo con alimentos frescos, variados y nutritivos, desdeñando la bollería industrial o los procesados y apostando por una combinación de los principales macronutrientes. Grasas saludables como el aguacate, el aceite de oliva y los frutos secos, carbohidratos complejos o proteínas como el tofu, los huevos o la avena son excelentes ideas para comenzar el día con buen pie.
No obstante, son muchas las personas que por falta de tiempo, costumbre o estómago cerrado se saltan esta comida. Muchos lo hacen para adelgazar o reducir el número de calorías diarias, por prisa o por estrés. No obstante, diversos estudios indican qué consecuencias tiene para nuestro organismo no desayunar, algo fundamental dentro de un estilo de vida saludable. Y no son precisamente pocas.
11 consecuencias para tu cuerpo de no desayunar
Más riesgo de problemas del corazón: Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que los hombres que se saltaron el desayuno tenían un riesgo un 27 por ciento mayor de ataque cardíaco o enfermedad cardíaca. Aunque no han identificado una causa directa, los investigadores sospechan que permanecer en ayunas por más tiempo estresante y hace que el cuerpo trabaje más, causando cambios metabólicos que conducen a la acumulación de placa en las arterias.
Más papeletas de sufrir diabetes: Otro estudio, también de Harvard halló que las mujeres que regularmente no desayunaban tenían un 20% más de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Saltarse la comida guarda relación con una intolerancia a la glucosa, un fenómeno asociado con el desarrollo de prediabetes y diabetes. Los picos irregulares de azúcar en la sangre que acontecen cuando se ayuna y luego se come mucho ejercen presión sobre el cuerpo, conduciendo a la resistencia a la insulina.
Puedes engordar: Aunque la investigación es mixta sobre si el desayuno tiene un efecto directo sobre la pérdida de peso, varios estudios apuntan al vínculo entre saltarse el desayuno y engordar. Una teoría apunta a que las personas que desayunan tienen más papeletas para practicar un estilo de vida y otra señala que quienes se saltan el desayuno tienden a comer en exceso en las comidas posteriores, consumiendo la mayoría de las calorías durante las horas más sedentarias del día. De hecho, muchas personas ingieren más calorías en una sesión que en tres comidas planificadas.
El metabolismo se ralentiza: Si te saltas comidas con frecuencia, el cuerpo deja de funcionar tan ràpido y reduce la tasa metabólica basal para compensar la restricción calórica o en otras palabras, ahorrar combustible. El ayuno prolongado reducirá aún más la disposición del cuerpo para quemar calorías e impactará la cantidad de tejido adiposo que se pierde. Otra investigación mostró que se queman más calorías durante el ejercicio matutino si los participantes desayunaban.
Lentitud mental: La caída en el azúcar en la sangre de un estado de ayuno prolongado puede afectar a la función cognitiva. Ten en cuenta que tu organismo lleva muchas horas sin incorporar nutrientes, por lo que resulta esencial brindarle alimento. Varios estudios han demostrado que los escolares obtienen mejores resultados en las pruebas cuando desayunan.
Mal humor: Tu ánimo puede verse alterado por la ausencia del desayuno. Esto tiene su explicación: la caída en el azúcar en la sangre causada por saltear una comida causa irritabilidad, junto con fatiga y dolor de cabeza que pueden empeorar todavía más el estado anímico. También existe un vínculo entre la ingesta de alimentos y el equilibrio de neurotransmisores producidos por el cerebro, como la serotonina y la dopamina.
Energía escasa: Según la información de la Universidad de Wisconsin, el desayuno debería proporcionarte el 25% de su energía diaria, incluyendo alto contenido de fibra y proteínas como combustible. Si no, es probable que te sientas cansado y con menos ganas de practicar deporte durante el día.
Tu aliento apesta: Dese U.S.News and World Report explican que desayunar estimula la producción de saliva y ayuda a eliminar la lengua de bacterias, lo que puede hacer que su aliento matutino sea más tolerable. Saltarse el desayuno propicia que el olor apestoso desencadenado por las bacterias prospere en tu boca. Fruta fresca y un vaso de agua son soluciones efectivas.
Estrés y más estrés: Un estudio de 2014 realizado por investigadores de la Universidad de California reveló que las mujeres que se saltaron el desayuno tenían niveles más altos de cortisol con respecto a aquellas que sí lo hicieron, así como lecturas de presión arterial más altas. Los investigadores creen que la combinación de saltarse el desayuno y experimentar estrés crónico podría aumentar el riesgo de síndrome cardiometabólico.
Más posibilidades de inflamación crónica: En un pequeño estudio de 2017, los investigadores de la Universidad de Hohenheim en Alemania tomaron muestras de sangre de tres días de 17 adultos sanos. Un día, se saltaron el desayuno; en otro, se saltaron la cena; y en otra más, comieron tres comidas normales. Después de comparar las muestras, los investigadores descubrieron que las personas que se saltaron el desayuno tenían mayores concentraciones de glucosa y una mayor oxidación de grasas, lo que significa que sus cuerpos descomponen más grasa almacenada. Debido a esto, el estudio sugiere que las personas que se saltan el desayuno pueden desarrollar inflexibilidad metabólica, o lo que es lo mismo, que su organismo encuentra complicaciones para cambiar su fuente de combustible de glucosa a grasa, y viceversa. A largo plazo, esto podría provocar inflamación crónica y potencialmente aumentar su riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad.
Peores menstruaciones: Un estudio de 2009 realizado por investigadores japoneses analizó los hábitos alimenticios de 315 estudiantes universitarias. Los estudiantes que no desayunaron tenían una salud general deficiente, calambres en los períodos dolorosos e incidentes más altos de períodos irregulares.