La revista científica International Journal of Cáncer por medio de un estudio reveló que encontró que los tintes de cabello tienen consecuencias negativas para la salud, incluso hay algunos colores que son los que más causan cáncer.

Muchas mujeres alguna vez en su vida se han aplicado algún tipo de tinte de cabello, pero su aplicación no es tan segura, ya que puede afectar gravemente la salud de la persona y lo peor de todo es que pocas lo saben.

El reciente estudio encontró una asociación entre el uso de tintes y alisadores químicos para el pelo con el cáncer.

Usar este tipo productos además de dañar la salud, aumentan las posibilidades de desarrollar cáncer de mama de acuerdo con la frecuencia de su uso.

Los expertos indicaron que las mujeres de raza negra son más propensas a desarrollar cáncer de mama por la cantidad y la frecuencia con la que tiñen sus cabelleras, de tal manera que cuando las mujeres se aplican tintes con demasiada frecuencia –una o más veces cada cinco u ocho semanas- las posibilidades pueden aumentar hasta en un 60%, mientras que cuando el uso es moderado el porcentaje se reduce a 45%.

Por otra parte, las mujeres blancas se tiñen el pelo, que tienen un 7% cuando su uso es regular y un 8% para un uso excesivo.

-También el color de los tintes influye en el riesgo de causar cáncer, los oscuros aumentan el riesgo de tener cáncer en un 51% en mujeres negras y el 8% a mujeres de tez clara.

-En cuanto a tintes claros, el riesgo aumenta al 46% en mujeres de raza negra y el 12% en mujeres de piel clara.

De acuerdo con Otis W. Brawley, médico oncólogo y epidemiólogo del Centro del Cáncer Hopkins-Kimmel, dijo que estos resultados no son sorprendentes ya que desde hace mucho tiempo ya había preocupación por los químicos en los tintes para el cabello y los alisadores permanentes tengan el potencial de causar cáncer.

En los tintes para teñir el cabello se usan más de 5.000 sustancias químicas, de las cuales algunas se han descrito como cancerígenas en animales, como las aminas aromáticas, que ya fueron retiradas por los fabricantes, según el Instituto del Cáncer de Estados Unidos.