De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el tipo de cáncer de mayor incidencia en las mujeres alrededor del mundo y se estima que en México cada día mueren 15 mujeres por esta enfermedad, no obstante, se trata de un padecimiento que detectado a tiempo tiene altas probabilidades de ser curado, por ello la autoexploración es tan importante.

La autoexploración de mama o mamaria es una de las técnicas más importantes para la prevención del cáncer, pues te permite familiarizarte con el tejido de los senos y detectar con tiempo cualquier tipo de anomalía.

Lo más recomendable es comenzar con esta práctica a partir de los 20 años de edad y llevarla a cabo una vez al mes, entre 7 y 10 días después del comienzo de la menstruación para evitar que los senos se encuentren doloridos o inflamados. En el caso de las mujeres en postmenopausia, pueden elegir un día fijo al mes.

El procedimiento debe de llevarse a cabo frente al espejo para identificar cualquier cambio de contorno o textura, protuberancias o engrosamientos inusuales, y estos son los pasos que, de acuerdo con un comunicado de la Secretaria de Salud de Querétaro, deberás de seguir:

Autoexploración mamaria

- Colócate frente al espejo, desvestida hasta la cintura y con los brazos a los lados del cuerpo. Observa tus mamas detalladamente y verifica si existen posibles cambios en ellas: abultamientos, hundimientos y zonas corrugadas, enrojecidas o con cambios de color. De la misma manera observa el pezón descartando desviaciones o hundimientos.

- Ahora levanta los brazos y observa de frente y de lado, girando suavemente el cuerpo de un lado al otro.

- A continuación, con una mano levanta la mama contraria para observar su parte inferior y vuelve a observar detenidamente. (repite con la otra)

- Ahora, coloca tus manos en las caderas y presiona firmemente con los brazos, inclínate un poco hacia adelante y observa posibles cambios en la piel o desviación del pezón.

- Palpa tus mamas con una mano detrás de la cabeza (con tu mano derecha palpa la mama izquierda y viceversa). Utiliza las yemas de los 3 dedos del medio manteniéndolos derechos; doblando levemente los nudillos, palpa con movimientos circulares empezando por el hueco axilar, recorriendo toda la mama y terminando en el pezón buscando bultos.

- Termina la exploración comprimiendo el pezón y observa si existe salida de líquido anormal por el pezón.

- Ahora, acostada y con una almohada bajo tu espalda, coloca el brazo del lado que vas a examinar por detrás de la cabeza e imagina tu mama dividida en 4 partes. Palpa cada parte con movimientos circulares, desde el borde de la mama hacia el pezón. Repite el mismo procedimiento en la otra mama.

Así como se recomienda realizar este procedimiento una vez al mes, se sugiere acudir por una mastografía de forma anual, aunque esta, según el IMSS, se recomienda a mujeres de 40 a 69 años de edad, sin signos, ni síntomas de cáncer.