La Cámara de Diputados ingresó en las últimas horas en una virtual parálisis de trabajo ante la falta de consensos para avanzar con los proyectos que se encuentran en agenda, el clima de pre campaña electoral que atraviesa la relación entre los legisladores, la intención de la oposición de derogar los DNU del Poder Ejecutivo y la inactividad producto de los próximos feriados nacionales.
Pero, a poco de andar, ese bosquejo parece haber quedado archivado, ya que oficialistas y opositores no pudieron ponerse de acuerdo esta semana para avanzar en el proyecto de ley contra las barras bravas, iniciativa con la cual Cambiemos imaginaba abrir el año legislativo.
Así, la sesión que imaginaban para el miércoles está casi desactivada, porque los referentes legislativos de los principales bloques no encuentran una agenda de temas consensuados que no generan rispideces entre las diferentes bancadas.
Dando por sentada la escasa presencia de legisladores en la semana siguiente, por el feriado del martes 2 de abril (Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas), el siguiente encuentro estaba programado para el miércoles 10, con la presencia del Jefe de Gabinete, Marcos Peña.
La visita bimestral del funcionario aparece nuevamente como el factor para que la parálisis no sea total, como sucedió el año pasado luego del debate del aborto, cuando las diferencias entre los diputados dejaron un alto nivel de tensión e hicieron dificultosa la búsqueda de acuerdos.
En la hipotética agenda se descontaba la posibilidad de sesionar en la semana siguiente por los feriados de Semana Santa.
La intención, ahora puesta en duda, era retomar la actividad el miércoles 24 de abril con el tratamiento del proyecto de ley de financiamiento de los partidos políticos, confiando en que el Senado lo aprobaría el miércoles pasado y lo enviaría a Diputados.
Pero como la falta de consensos también marca el pulso de la Cámara alta, y aún no se sabe cuál será el futuro inmediato de esa iniciativa, en Diputados también ven con signos de preguntas otro tema en el que pensaban avanzar.
Como contrapartida, la oposición maneja su propia agenda con temas como los proyectos contra los aumentos de tarifas y la derogación de los DNU firmados por el presidente Mauricio Macri en el verano.
En la fallida sesión de la semana que viene la oposición tenía en carpeta pedir la preferencia para abordar en un siguiente encuentro las derogaciones de los DNU sobre extinción de dominio, eliminación de la Secretaría de Deportes y reasignación de las frecuencias de ARSAT.
La idea de los bloques opositores pasa por derogar esos textos y avanzar simultáneamente con textos que plasme en proyectos de ley los temas con los que pretendió avanzar el Poder Ejecutivo, contemplando las modificaciones que buscarán introducirle en el Parlamento.
Fuentes de Cambiemos dan por descontada la derrota ante la oposición si es que se vota la derogación de los DNU, que ya tuvo un anticipó en la comisión de Trámite Legislativo, donde los diferentes bloques peronistas se unieron para conseguir los dictámenes de mayoría que recomendaban los rechazos.
Además, el Frente para la Victoria promete llevar al recinto el pedido para apartar a las diputadas Elisa Carrió Y Paula Oliveto (Coalición Cívica) por supuesta "inhabilidad moral sobreviniente".
Y, la jujeña peronista Carolina Moisés amenazó con llevar al recinto una queja contra el macrista Fernando Iglesias, por entender que en una reunión de comisión la trató de "tonta". Otra cuestión de privilegio que amenaza con convertir al recinto en un escenario de acusaciones cruzadas y que hace pensar a las autoridades de la Cámara sobre si es conveniente sesionar sin temas de relevancia en la agenda.