Nueve años del golpe parlamentario contra Fernando LugoEl senador y excanciller Jorge Taiana y los expresidentes de Paraguay, Fernando Lugo, y de Brasil, Dilma Rousseff, recordaron el golpe parlamentario de 2012 contra el exmandatario paraguayo y llamaron a alcanzar una "integración" en América Latina que defienda los intereses comunes y no haga "seguidismo" de ninguna potencia ni de "ningún centro de poder".

Bajo el título "A nueve años del golpe contra Paraguay. Democracia y resistencia en América Latina", Taiana, Rousseff y Lugo debatieron en una videoconferencia que fue transmitida a través de la cuenta de Facebook del Frente Guasú, el espacio político del expresidente paraguayo.

En su intervención, Taiana recordó además la destitución de Manuel Zelaya de la presidencia de Honduras en 2009 y planteó que, del mismo modo que con los casos de Lugo y Rousseff, esos golpes evidenciaron la discusión sobre si "pueden existir, prolongarse y sobrevivir los gobiernos de base y apoyo popular y democrático que quieran y puedan cambiar una realidad de injusticia".

"La respuesta de los grandes poderes y la gran potencia del norte, del poder financiero y los grupos concentrados económicos trasnacionales y nacionales, de los medios concentrados y gran parte del aparato judicial, fue que no", expuso Taiana.

 
El excanciller del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que ese diagnóstico es el "tremendo mensaje que dejan los golpes a distinta dimensión, primero con Zelaya, después con Lugo y luego en Brasil, con implicaciones regionales e internacionales", apuntó en referencia a la destitución de Rousseff en 2016.

Taiana advirtió también, en la misma línea que el resto de los expositores, que "los golpes no son blandos, son duros y sobre todo para el pueblo", que sufre el "ajuste y el empobrecimiento".

"La constante de estos golpes es la idea de que no pude ni debe haber transformaciones en nuestra sociedad que modifiquen de manera importante las normas que impuso el neoliberalismo", dijo Taiana y analizó que "la consecuencia es lo que estamos viendo en la región, donde no sólo tuvimos una oleada de gobiernos de derecha sino que también vemos una crisis de los modelos neoliberales que se daban como ejemplo, además de un deterioro de la calidad de la democracia y el Estado de derecho".

En esa línea, Taiana llamó a "defender la democracia participativa, avanzar en un proceso de integración mucho más acelerado y posicionarse desde un lugar particular en la región sin caer en el seguidismo de una potencia o un nuevo centro de poder".

Para el excanciller, "sólo podemos garantizar integración y desarrollo con justicia social si somos capaces de producir fuerzas políticas que tengan la capacidad y decisión de modificar profundamente las causas de la injusticia y la marginación en América del Sur".
 
Por su parte, Lugo consideró que "hacer memoria es hacer presente y pensar al futuro" y apuntó que el golpe en su contra "no fue un hecho aislado" en América Latina, además de advertir que "no existe golpe de Estado en la región sin la presencia del imperio del norte", en referencia a Estados Unidos.

En tanto, Rousseff llamó a "hacer un ejercicio de memoria continuo porque en la memoria está también la búsqueda de la verdad" y sostuvo que las distintas interrupciones constitucionales en la región fueron "golpes de Estado, no golpes blandos".

"De "blandos" no tienen nada. Es sólo un golpe de otras formas. Pueden no tener blindados en las calles y policías invadiendo las residencias, pero los golpes parlamentarios judiciales y mediáticos son golpes de encuadramiento al neoliberalismo. Es una corrupción de la democracia que trae miseria", añadió.

El 22 de junio de 2012, el Parlamento paraguayo destituyó al por entonces presidente Lugo a través de un cuestionado juicio político exprés impulsado por la oposición, bajo los cargos de "mal desempeño en sus funciones", tras la masacre en Curuguaty -localidad ubicada a 217 kilómetros de la capital Asunción-, ocurrida siete días antes y en la que murieron 17 personas -11 campesinos y seis policías- tras una orden de desalojo de tierras públicas a 70 trabajadores rurales.