Se trata de Pablo Barreiro quien fue secretario privado de la expresidenta. Explicó que buscaron persuadirlo para que declare como arrepentido para que liberen a su padre de prisión.
Barreiro trabajó durante seis años como secretario privado de Cristina Fernández de Kirchner cuando ella era presidenta. "Me dedicaba a manejar la agenda, entre muchas otras cosas", explicó.
“Llegó este muchacho (D’Alessio ) y me dijo mira gordo, acá Bonadio y Stornelli están calientes con vos y tu viejo porque no están aportando nada. Tienen que hablar tienen que decir algo porque no dicen nada y a ellos no les sirve”, relató.
EmbedSegún Barreiro, el falso abogado le ofrecía una reunión con el fiscal federal Carlos Stornelli en Comodoro Py. “Vas con Stornelli, entras por atrás, te arrepentís y tu viejo a los 5 minutos lo tenes junto a vos”, dijo el exfuncionario.
“Jugaban con mi libertad y la de mi padre, me dijeron que mi detención era inminente”, recordó en el programa Minuto Uno. Al tiempo que aseguró que lo amenazaban con que eran monitoreados por personal de la AFI.
Además, sostuvo que el falso abogado le pidió u$s500 mil para repartir y agilizar los trámites. “Me daban a entender que la plata era para Stornelli”, completo.
Finalmente llegó la reunión entre Barreiro y el fiscal de la causa de los cuadernos. La cita fue en Comodoro Py y Stornelli estaba acompañado por su secretario y dos personas más.
“Ya estás acá contame algo. Si viste bolsos, viste plata, viste empresarios”, recuerda las palabras del fiscal. En secretario le explicaba que solo llevaba la agenda de la expresidenta. “Ellos insistían con los bolsos y si Lázaro Baez llevaba bolsos. No vi nada, en el avión no vi nada, no había ningún bolso con plata”, completa.
“Si me conseguís una agenda de Cristina te invito a mi cumpleaños”, le dedicó el fiscal. “No guardo agendas de ella, las agendas se hacen diarias y se va corrigiendo en lápiz con lo que se hace o no y al fin del día esa agenda se rompe”, le respondió.
“Anda que te voy a volver a llamar”, le dijo Stornelli a modo de despedida. “No quedó conforme”, cierra su relato Barreiro.