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Política Cuadernos de las coimas

Bonadio liberó a otro empresario arrepentido

El juez Claudio Bonadio homologó el acuerdo al que llegaron los fiscales con Sergio Todisco, uno de los implicados en la cadena de lavado de dinero

Miercoles, 7 de Noviembre de 2018
La causa de los cuadernos sumó un nuevo empresario arrepentido excarcelado. El juez Claudio Bonadio homologó el acuerdo de imputado-colaborador de Sergio Todisco, uno de los investigados en el marco de la plata que, se sospecha, lavó Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner, que es señalado como un engranaje clave en el sistema de recaudación de dinero en la causa de los cuadernos de la corrupción.

Todisco quedó esta tarde excarcelado desde la alcaidía de los tribunales de Comodoro Py 2002, revelaron fuentes judiciales. El señalado amigo de Daniel Muñoz amplió las vías de investigación y dio pistas para avanzar en la ruta del dinero y el recupero de activos.
Su liberación tardó más de lo que el imputado esperaba. Había sido arrestado el 20 de octubre pasado, en un hotel de la zona de Once. Y el 23 pidió declarar como arrepentido ante los fiscales Carlos Stornelli y Claudio Rívolo. Según pudo saber en aquel momento este medio, Todisco dio detalles durante cuatro horas sobre cómo millones de dólares pasaron por las manos de Daniel Muñoz y más tarde fueron invertidos en distintas sociedades y firmas off shore para lavar dinero. Sus dichos sirvieron para acreditar -y no por dichos de terceros- la relación de Muñoz con el dinero, dijeron las fuentes en ese momento.
Sin embargo, las cosas se complicaron para Todisco. Su ex esposa, Elizabeth Ortiz Municoy, una reconocida martillera de Mar del Plata, que también había sido detenida, pidió declarar como arrepentida después de él y aprovechó para responsabilizarlo de todo. Se explayó durante varias horas, acompañada por su abogado Fernando Burlando. Un rato después, consiguió la excarcelación. "Yo no tenía nada que ver. Era mi ex marido", le dijo a Infobae el 26 de octubre cuando se retiraba de los tribunales sin las esposas. La mujer también dijo cómo se mandaba el dinero al exterior y hasta nombró a la ex presidente por una planta textil que había "reinaugurado" en 2008, en Mar del Plata, su ex suegro, Sergio Mauro.
Mientras Ortiz Municoy volvía a Mar del Plata liberada, Todisco quedó en la cárcel a la espera de que se avalara su acuerdo. Volvió a tribunales a pedir ampliar su declaración como arrepentido. Lo hizo la semana pasada cuando, durante más de cinco horas, volvió a explayarse sobre las operatorias de dinero y aportó documentación para sostener y respaldar sus dichos.
Los fiscales volvieron a considerar que el aporte servía para considerarlo imputado-colaborador. Todisco siguió preso hasta hoy cuando, finalmente, el juez firmó la homologación del acuerdo.
Todavía no se conocen demasiados detalles de su aporte. Stornelli sostiene que hubo "una estructura jurídica, societaria y bancaria en la Argentina y en el extranjero, con el fin de canalizar, convertir, transferir, administrar, vender, disimular y/o poner en circulación en el mercado fondos de procedencia ilícita, presumiblemente originados (en la causa de los cuadernos) y convertirlos integrarlos al circuito económico formal bajo apariencia de licitud todo ello desde al menos el año 2010 y con vigencia en la actualidad". De esa estructura participaron Muñoz, ya fallecido en 2006; su viuda, Carolina Pochetti, detenida; la ex pareja Todisco y Ortiz Municoy (ambos arrepentidos); Carlos Cortez (preso) y Carlos Gellert y Perla Puentes Resendez (otra pareja que reside en el exterior y aun no fue detenida). Todos ellos están sospechados de integrar el entramado de sociedades que compraron y vendieron departamentos en Estados Unidos por más de 70 millones de dólares.
Según las pruebas de la causa, Todisco y Ortiz Municoy –dueña de la inmobiliaria Ortiz LizMar- habrían creado al menos 14 empresas en Miami y en el estado de Delaware, entre mayo de 2010 y julio de 2015, que fueron el canal para la adquisición de 16 propiedades –departamentos de lujo, paseos comerciales y un mini shopping–. Además tienen o tuvieron a su nombre varias de las cuentas bancarias en los Estados Unidos de América. Por vías diplomáticas se detectó que figuraban como titulares de las sociedades formadas en ese país, luego transferidas a Perla Puente Resendez.
El juez Luis Rodríguez llevaba adelante una investigación por enriquecimiento ilícito contra Muñoz, transformada luego en lavado de dinero. Hace un mes, Stornelli, el fiscal de la causa, había pedido las detenciones de estas personas, indagatorias y el congelamiento de cuentas, pero el magistrado lo rechazó y les otorgó la libertad.
Bonadio sí ordenó esos arrestos en el marco de la causa de los cuadernos, al acusarlos a todos de integrar la asociación ilícita que lideró –presuntamente- Cristina Kirchner. Y le pidió a Rodríguez que le remitiera su investigación, algo que ese juez rechazó.
La semana pasada, sin embargo, la Cámara Federal apartó a Rodríguez del expediente, por entender que había otorgado las eximiciones de prisión sin considerar la totalidad de la prueba que presentaba el fiscal. Por sorteo, el expediente recayó en manos del juez Daniel Rafecas, que decidió remitírsela a Bonadio, tal como ese juez lo había solicitado. El Consejo de la Magistratura recibió dos denuncias contra Rodríguez por su intervención en la causa de Daniel Muñoz.