El ministro de Desarrollo Productivo destacó el normal abastecimiento en supermercados y se refirió a la escalada del dólar.
“Los empresarios tienen una gran preocupación por la posibilidad de que se expanda aquí la pandemia en la Argentina y quieren evitar la propagación del virus. Están tomando con mucha la situación, respetando a cuarentena. Hicieron pedidos y sugerencias razonables”, señaló, y agregó que las empresas “vieron lo que ocurrió en China, España, Italia, por no haber tomados medidas con antelación generó problemas significativos”.
Kulfas remarcó que en grandes comercios de abastecimiento donde se detectan casos positivos son las autoridades locales las que deben actuar. “No conozco todos los casos de la Argentina, pero en general las empresas buscan respetar los protocolos sanitarios”, afirmó en diálogo con el canal C5N.
El ministro sostuvo que la necesidad de entregar o prolongar los Repro, para que el Estado nacional se haga parte del sueldo de trabajadores de las actividades perjudicadas, tiene aristas disímiles. “Alimentación, supermercados, la industria farmacéutica, no funcionan con normalidad, pero sí en términos de lo que implica la cuarentena, la circulación y las pautas de funcionamiento económico. Lo que ocurre son algunas negociaciones en los sectores que están prácticamente sin funcionamiento, cerrados, esperando un esquema de negociación, donde pueda haber una reducción de persona o salarial”, señaló.
En ese marco, Kulfas remarcó que será el Ministerio de Trabajo a cargo de Claudio Moroni el encargado de homologar esos acuerdos. “El objetivo fundamental es preservar el empleo, si perdemos empleo y capacidad productiva el daño va a ser muy significativo y será más difícil la recuperación económica”.
Kulfas consideró a la disparada del dólar CCL por arriba de los $101 como una maniobra especulativa. “El volumen negociado ha sido muy pequeño, entorno a $30 millones, fue una maniobra muy específica, con movimientos de no mucha envergadura. Pero sin duda pone alguna tensión. Entendemos que puede haber algunos factores de incertidumbre que se pueden estar generando, pero no mucho más. Tenemos que estar tranquilos, estamos funcionando con todas la capacidades estatales a una situación complicada, procurando garantizar un esquema de empleo y producción en un estado latente, que se pueda ir normalizando lo antes posible”, sostuvo.
El gran temor en los consumidores es que regrese el pass-through, y que la disparada del dólar CCL (Contado con Liqui) se traslade a precios de productos de venta masiva. “La idea de que sube un dólar paralelo o no oficial y que se traslada a los precio ya ha quedado demostrado que no es así. Cuando asumió Cambiemos el entonces ministro de Economía (Alfonso) Prat Gay y el presidente del Banco Central (Federico) Sturzenegger dijeron que si eliminaban las restricciones cambiarias y el denominado cepo no iba a haber nada de inflación, porque todos los precios de la economía ya estaban alienados con el Contado con Liqui o el dólar blue. Sin embargo, se produjo ese episodio y el dólar oficial aumentó un 30% o 35% y la inflación del 2016 fue del 40%”, recordó.
“Lejos de haber una alineamiento entre precios internos y dólar paralelo, si hay movimientos relativamente estables desde que comenzó el gobierno de Alberto Fernández”, expresó.
El titular de Producción admitió algunos faltantes de productos frescos, pero descartó desabastecimiento generalizados. “Más allá de situaciones puntual, por la fuerte demanda en los supermercados y la gente compra de mas para estar guardado más tiempo, o al principio de la cuarentena, que la gente compró muchísimo, hubo faltantes puntuales, pero ahora estamos en condiciones de abastecimiento normal y la gente puede comprar”.
“En supermercados tenemos un abastecimiento relativamente normal, pero estamos lejos de ver góndolas vacías. La industria alimenticia repone rápidamente la mercadería. En frescos tuvimos problemas. Tuvo que ver con problemas de movilidad de la mercadería, los controles sanitarios en algunos municipios, lo que hizo que no circule de manera normal”, agregó.
Por último, se mostró a favor de debatir la posibilidad de implementar una renta básica y universal, aunque ese proyecto requiera aplicar más impuestos y pueda comprometer las inversiones. “Es una discusión histórica: hay un sector de las ideas económicas o la política económica que plantea que cuanto más presión impositiva, o más se les cobre a los empresarios, habrá menos inversión. Pero la evidencia empírica es bastante distinta en varios países. Cuanto más presión impositiva, la inversión también acompaña, no tiene que ver específicamente con eso. La inversión tiene que ver con la existencia de mercados para que los empresarios generen condiciones de rentabilidad”, sostuvo.
Sobre los nuevos impuestos a la riqueza, dijo: “Es una posibilidad, la discusión es interesante, hay varios proyectos dando vuela, no los conozco, pero sin dudas, es un tema que la Argentina necesita discutir a fondo. Una cosa son las grandes fortunas y otro las ganancias de la empresas. Hay que dar incentivos para movilizar los recursos para que se inviertan productivamente, que las empresas tengan mejores condiciones, y que en todo caso se graven las grandes fortunas personales”.