Solá recibió a Insulza en la sede del Palacio San Martín, en un claro gesto político de cara a las elecciones que, el 20 de marzo, elegirá al nuevo titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), compulsa en la que Argentina busca imponer un candidato alternativo al uruguayo Almagro, quien busca la reelección.
Durante el encuentro que se extendió por poco más de una hora, Solá y el ex secretario general de la OEA (2005-210) analizaron el proceso electoral e intercambiaron visiones sobre el rol que tiene el organismo bajo la presidencia de Almagro, en conflictos regionales como los de Bolivia y Venezuela, entre otros.
En ese contexto, el canciller e Insulza -un critico de la gestión de Almagro- coincidieron en la preocupación por la "pérdida del rol de facilitador de consensos" que asumió la OEA bajo la titularidad del uruguayo, informaron a Télam fuentes del Palacio San Martín.

Solá e Insulsa, quien además es presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado chileno, también analizaron el futuro del organismo integrado 35 estados americanos y, en se sentido, expresaron su deseo de que la OEA "represente los intereses de todos los países que la componen".
El encuentro de hoy se enmarca en la intención de Argentina de impulsar un candidato alternativo a Almagro para liderar la OEA por los próximos cinco años.
De hecho, ese fue uno de los temas centrales de los encuentros bilaterales que el canciller mantuvo en la última cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en México.

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Además del actual jefe del organismo, se postularán el 20 de marzo para la secretaría general de la OEA la ecuatoriana Fernanda Espinosa y el peruano Hugo De Zela.
Según fuentes de Cancillería, Argentina aún no tiene postura oficial entre esas dos opciones.
Con el objetivo de ganar respaldos a su postulación, De Zela realizó dos viajes a Buenos Aires a principios del año.
El 6 de enero el candidato peruano fue recibido por el canciller Solá y el 27 de ese mismo mes fue recibido por el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada.