La autopsia reveló que la Juliana Marins murió por fracturas en el tórax y la espalda tras caer 300 metros. Su familia denuncia negligencia en el rescate.
La muerte de Juliana Marins, una turista brasileña de 36 años que cayó desde una altura de 300 metros en el Monte Rinjani, Indonesia, causó conmoción en su país natal y generó fuertes críticas al operativo de rescate. Este viernes, los forenses confirmaron que la publicista falleció por traumatismos severos, con fracturas en el pecho, hombro, columna y muslo, que provocaron hemorragias internas y daños en órganos vitales.
"El fallecimiento ocurrió poco después de las lesiones", precisó la experta forense Ida Bagus Alit, al descartar signos de hipotermia o hemorragia lenta.
Marins cayó el 21 de junio, y su cuerpo fue recuperado cuatro días después, tras un complejo operativo obstaculizado por el mal clima y la difícil geografía. Videos captados por drones indican que la joven estuvo co n vida durante varias horas tras la caída, lo que intensificó las críticas.
Familiares de Juliana denunciaron negligencia en la asistencia y anunciaron que emprenderán acciones legales. "Si el rescate hubiera llegado en siete horas, Juliana seguiría viva", expresaron en redes sociales.
Desde el Parque Nacional del Monte Rinjani y el servicio de rescate Basarnas defendieron el operativo, asegurando que actuaron según los protocolos y que las condiciones extremas impidieron utilizar helicópteros.
El gobierno de Brasil y la prefectura de Niterói, ciudad natal de la víctima, se comprometieron a cubrir los gastos de repatriación. El presidente Lula da Silva ordenó brindar apoyo a la familia y acelerar los trámites diplomáticos.