Familiares, amigos y vecinos despidieron este lunes a Thiago Correa, el niño de siete años que falleció tras recibir un disparo en la cabeza durante un tiroteo entre tres delincuentes y un efectivo policial en el barrio Almafuerte del partido bonaerense de La Matanza.

El cortejo fúnebre pasó por el Colegio Santa Rosa, donde el niño cursaba sus estudios, y luego se detuvo en el Club Unidos de La Tablada, donde Thiago jugaba al fútbol, antes de dirigirse al cementerio Parque para su inhumación. La comunidad educativa y deportiva se mostró profundamente consternada por el trágico hecho.

"La muerte de mi hijo es un dolor que no me lo puede sacar nadie. No tengo palabras", expresó Fabián Correa, padre del menor, en declaraciones a Splendid AM990.

En paralelo, la causa judicial dio un giro clave: el fiscal que investiga el caso modificó la imputación contra el policía Facundo Aguilar Fajardo, de 21 años, quien habría efectuado el disparo fatal. Pasó de legítima defensa a homicidio con dolo eventual, por lo que el agente será indagado bajo esa carátula.

El episodio ocurrió en el marco de un enfrentamiento armado que terminó con la muerte del niño, quien se encontraba a metros de la escena. La investigación continúa para esclarecer las responsabilidades y circunstancias que rodearon la tragedia.