María Carolina Graneros, de 40 años, madrina de la víctima, y su pareja, Edgardo Caro, de 38 años, recibieron la pena máxima solicitada previamente por el Ministerio Público Fiscal.
La Justicia de Tucumán condenó este miércoles a prisión perpetua a los asesinos de Rocío Rojas, una niña de 4 años que fue violada, arrojada viva a un pozo y prendida fuego, en un caso que conmocionó a la provincia.
María Carolina Graneros, de 40 años, madrina de la víctima, y su pareja, Edgardo Caro, de 38 años, recibieron la pena máxima solicitada previamente por el Ministerio Público Fiscal.
La madre del pequeño se encuentra en estado grave.
"Estamos conformes. La única pena justa que podía ser aplicada para este caso es la prisión perpetua. Es difícil imaginar un caso más aberrante que este", afirmó el fiscal Pedro Gallo, quien lideró la investigación junto con la auxiliar de fiscal Julieta Molé y Juan Vilardi, del equipo de la UFI.
Rocío sufrió un calvario durante su corta vida. Antes del juicio, Caro confesó haber violado a la niña hasta que se descompensó. Luego, ambos la arrojaron viva en el pozo de una letrina y la prendieron fuego.