En una entrevista exclusiva con Teleshow, el cantante y actor habló de la actualidad política del país, la legalización del aborto y de los shows que dará en el Luna Park
"Yo no cambié por ser un artista o un cantante popular. Sigo siendo la misma persona. Me conecto con mis afectos porque los quiero y no porque tenga interés a cambio. Y creo que ellos se conectan de la misma manera. Está bueno tener los pies sobre la tierra cuando son necesarios y buscar inspiración en la altura cuando uno la necesita. Pero la vida se vive pisando firme".
Tres micrófonos, siete guitarras, un bajo, tres órganos, una pandereta, un bongó, una tumba y otros instrumentos de percusión se destacan en la sala de ensayo desde la que Diego Torres recibe a Teleshow. Allí, se prepara para los dos shows que dará en el Luna Park.
El actor y cantante asegura que "vive como una persona normal dentro de un trabajo que a veces no tiene patrones normales", pero que eso no le impide tomar con naturalidad el hecho de viajar constantemente para presentar su música.
Vive en Buenos Aires y Miami -ciudad que lo acerca a Puerto Rico, y otros países a los que se traslada para hacer shows y en donde es muy popular- y actualmente está en el país porque toca esta noche y mañana viernes en el Luna Park. Por localidades agotadas, debió agregar más funciones para mayo del 2019.
—¿En qué momento de tu vida te encuentra este nuevo show?
—Muy contento de volver al Luna Park, que es un lugar con mucha historia en mi vida. Volver ahí con un espectáculo me da mucha felicidad.
—¿Qué significa en tu vida el Luna Park?
—Es parte de mi vida. Iba con mi viejo a ver box, Titanes en el ring, al show de básquet de los Globetrotters. Mi mamá festejó los 50 años con la música en un concierto inolvidable de artistas invitados. Después llegó la época de hacer mis conciertos ahí. El primero fue en el año 2000, noches inolvidables… Para mí volver es, de alguna manera, reencontrarme con un lugar que me es familiar.
—¿Recordás alguna anécdota?
—Tengo esos recuerdos de ir con la familia. Y seguí viendo box, hace unos años fui a ver a Omar Narváez, que utilizaba "Color esperanza" como canción bandera. Pasamos una noche increíble. El mundo del box es muy atractivo, no solamente por lo que pasa en el ring, sino todo su público y la energía que se mueve.
(Video: Teleshow)
—Antes de cada show, ¿te seguís poniendo nervioso como la primera vez?
—Por más que uno hace años trabaja en la música, tiene años de trabajo y de gira, siempre que presentas un espectáculo nuevo son los mismos nervios como el primer día. Los días previos también son tremendos: de mucha tensión, que está bueno que suceda porque la tensión es parte de nuestro oficio. Es aprender a convivir con nuestros sentimientos.
—¿Tenés alguna cábala antes salir al escenario?
—Me gusta hacer ejercicios vocales de precalentamiento, como un deportista, que no puede entrar frío a jugar dos horas un partido. Lo mismo le pasa al cantante. También me gusta estar con mi tribu, hacer una reunión y un saludo previo con mis músicos y todo el staff. Y me gusta tener un momento interno de pensar en personas que quiero, en depositar esa fe en algún lado. Cada uno lo hace a su manera, más allá de la religión que tenga. Es un momento de concentración, libertad y entrega.
—¿Se extraña mucho a la familia cuando se viaja?
—Uno se va acostumbrando y es hijo de los viajes. Entendí que gracias a convertirme en un artista popular en mi tierra, las canciones empezaron a viajar a diferentes países cada vez mas lejos y uno entiende que tiene que acompañar a las canciones y exige mucha presencia. Y mi familia lo entiende. Muchas veces viajan conmigo como es ahora en este caso, y eso me da mucha fuerza para estar viviendo en este momento.
—¿Cómo vive tu hija tu popularidad?
—Los chicos van creciendo y tienen una sabiduría natural. Ella ve que su padre es músico y que ese tipo que canta en la casa se sube a un escenario. El otro día me preguntaba: "Papá, ¿por qué la gente te conoce?". "Bueno, yo canto…" trato de explicárselo de la manera más natural, que es como me criaron a mí. Uno tiene un oficio de cantor, otro de médico, albañil… Yo le decía: "Viste qué importante es cómo te relacionas con la gente, Nina? Si vos sos una persona buena y educada y tenés pendiente al otro y lo saludas. ¿Viste qué importante es poder hacer eso en la vida? Si uno va por ese camino seguramente vas a ser una persona querida". Creo que es la manera más sencilla, simple y auténtica de transmitirle esto a los chicos.
—¿La ves con un futuro musical?
—Yo creo que ella no va a poder escapar a lo artístico, así como ninguno de nosotros en la familia pudo: el que no toca la guitarra, canta, el que no es actor, es bailarín o coreógrafo, otra estudia letras y editó varios libros, también hay un sobrino que toca la guitarra conmigo. Nina tiene cinco años y empezó a tomar clases de piano. En mi casa se toca mucho, me ve a mí y va a tocarlo todo el tiempo, y le llama la atención. Lo importante es que haga lo que quiera ser y que lo haga con pasión.
—¿Las canciones que escribís, se estrenan o se guardan y se muestran en unos años?
—Por lo general, las canciones que me quedan en el pasado han quedado ahí. Y las canciones nuevas que uno decide que van a ser parte de un disco son las que uno lleva adelante y defiende.
—¿Hubo alguna canción que te sorprendió el éxito que tuvo y alguna a la que le tenías mucha fe y no resultó como lo esperabas?
—Yo no hago marketing con mis canciones. Sé que vivo de esto y con esto pago mis cuentas y tiene que funcionar. Pero yo a mis canciones las quiero todas por igual, no porque hayan funcionado más, son mis preferidas. Hay temas que significan algo personal para mí, pero porque tienen que ver con algo en mi vida. Después, hay que trabajar, no queda otra. No podés vivir aferrado a los resultados.
(Video: Teleshow)
—¿Sigue vigente el actor?
—El actor está siempre. Este año con Reloca -película de Natalia Oreiro-, el año pasado con Casi Leyendas, también Papeles en el viento, Vecinos en guerra en televisión. Estoy leyendo proyectos y muy contento de poder estar activo en mi oficio de actor. Me considero un artista integral. Me encanta, además, poder bajarme de la música por un ratito, ser empleado, un compañero más dentro del elenco y estar a las órdenes de un director. Me encanta vivir la vida de otro porque uno arma un personaje que tiene otras características a lo que es la vida real de uno.
—¿Cómo ves al país?
—Me parece que estamos pidiendo opinión a gente que no es la correcta. No creo que sirva mi opinión porque no tiene incidencia mi voz. Lo que sí es obvio que vemos todos, porque yo soy un representante del pueblo como cualquiera, que indudablemente cada vez más se nota que los gobernantes no están a la altura de lo que el pueblo necesita. Creo que no están a la altura, que no le damos el valor que tiene. Cada vez se nota más que los gobiernos -y aclaro que soy independiente, tengo mis propios pensamientos- que indubablemente no buscan el bien común sino el bien de ellos. Que no se sientan a ver qué país queremos a 30 años, gobierne quien gobierne. Tratemos de buscar cosas que tienen que estar de una manera porque así funcionaría mejor. Y así vamos castigando y dañando a nuestro país.
—¿Y qué esperás?
—Ojalá que esto se revierta, que cuidemos la democracia y que entendamos que ya hay cosas de la política vieja que no van más. Yo esta película que estamos viendo, que los que tenemos mi edad, ya la he visto varias veces. Estamos con discusiones viejas que no nos permiten plantear un país a futuro. Desde ya, erradicar la corrupción y tener un sistema un poco más limpio porque es obvio que muchas cosas son una mentira y hay mucho hipócrita. Entonces, eso me da mucha tristeza, por las posibilidades que tiene Argentina y la gente buena, que somos muchos y buscamos trabajar sin hacerle daño a nadie. Buscamos mejorar y proyectar y a veces las situaciones de nuestro país no te dan posibilidades de proyectar.
—¿Estás a favor de la legalización del aborto?
—Lógicamente estoy a favor de la ley del aborto. Es bueno destacar que uno que está a favor del aborto no quiere decir que sea pro aborto y que no quiera a los niños. Me parece que estamos un poquito radicales a veces. Desgraciadamente (el aborto) sucede y la mujer tiene que encontrarse con esta situación difícil. Entonces, tenemos que ser conscientes que esto sucede. ¿Qué vamos a hacer? Vamos a darle una posibilidad de que lo haga en un lugar correcto y con el cuidado que se merece o vamos a seguir? Cuidemos todas las vidas. Está claro que en países donde se ha aprobado la ley del aborto no es que crece, sino que hay un desarrollo y un estudio. Hay que hacerlo bien para que esto sea bien llevado a cabo. Por el otro lado, está claro que amo a la familia, pero una cosa es una cosa y otra cosa, es otra cosa. Son debates distintos y entrar en esa contienda me parece que es lastimarnos y hacernos daño con algo que no nos lleva a un buen resultado.
—¿Viste a tu sobrina Ángela cantar en la apertura de los Juegos Olímpicos de la Juventud?
—Disfruto de lo que le pasa, de su carrera, que cante, que le vaya bien, que siga en su oficio de actriz y dentro de la música. Y me encanta cuando tiene lugares de exposición donde brilla y hace cosas lindas.