Martín Curi, un nene de 10 años que sueña con ser fotógrafo, fue el primer menor de edad que se animó a las preguntas de ¿Quién quiere ser millonario?, el programa de entretenimientos de Santiago del Moro. Con mucha soltura y amplios conocimientos para su edad, el alumno de quinto grado superó varias rondas y llegó a ganar un premio de 180 mil pesos, que usará para comprarse videojuegos y para colaborar con un viaje a Europa que su familia tiene planeado.

La participación de Martín sumó una crítica más al ciclo que enfrenta cuestionamientos desde el día cero por la selección de los concursantes. En cada emisión se presentan duras historias de vida (la madre de un chico con Asperger, un hombre sin techo, una chica trans lesbiana sin trabajo, entre otras), y el conductor potencia estos relatos con preguntas que apuntan a la emotividad.

En el caso del niño, los seguidores del programa se quejaron de que la producción rompió sus propias normas, ya que el reglamento indica que solo pueden anotarse al casting "personas mayores de edad, dejando constancia expresa de su identidad y la calidad en que la firman". Esta regla se refuerza con otro requisito indispensable: se debe contar sí o sí con una cuenta bancaria para que la producción pueda depositar el premio en caso de resultar ganador.

¿Cómo llegó Martín, entonces, a jugar por 2 millones de pesos? En las redes sociales, esta era la pregunta que muchos querían saber. Algunos de los duros comentarios:

"Los menores no pueden jugar por plata. Deberían hacer una edición especial para niños y que jueguen por diferentes premios"; "Programa súper híper armado"; "Todo una gran farsa. No lo pienso ver más", y "¿Hasta cuándo van a permitir esta truchada? Es inaudito. Chicos ahora ¿y después qué?".

Martín estuvo acompañado por su papá, una hermana menor y su niñera y aunque confesó que estaba "bastante nervioso" por aparecer en TV, sorteó las consignas sin problemas.