Desde que asumió la gestión de Marcelino Iglesias se han reasfaltado, asfaltado, hormigonado o adoquinado más de 1.000.000 de metros cuadrados de calles y avenidas en el departamento más poblado de la provincia
Debido al estado de gran deterioro de las calles de Guaymallén, uno de los primeros actos de gobierno de la gestión de Marcelino Iglesias fue declarar la emergencia vial. El panorama era muy preocupante: muchas calles intransitables, con la carpeta asfáltica o de hormigón muy deteriorada, deformada e irrecuperable; carencia de obras de drenajes; redes de cloaca y agua en estado de obsolescencia, generando roturas permanentes en las calles, que luego eran reparadas deficientemente, etc.
Con ese panorama la nueva gestión definió un Plan de Recuperación de la Trama Vial, basado en algunas premisas generales. Una de ellas fue el establecimiento de un orden de priorización claro y racional en la recuperación de las calles, atendiendo en primera instancia las arterias principales y avenidas con concentración de tránsito vehicular y circulación del transporte público, siguiendo por las secundarias y, por último, las calles internas de los barrios. Otra, fue la ejecución de obras de diversa índole que permitieran atender la diversidad de problemas que presentaban las calles de Guaymallén. También fue directriz de este Plan la realización sólo de obras de calidad por lo que se definió no usar el denominado "asfaltado slurry", consistente en un riego asfáltico de pocos milímetros de espesor, de corta duración y escasas prestaciones, no apto para la circulación de tránsito pesado, transporte público, etc; recordando que gran parte de las calles que lucían algún tipo de tratamiento realizado en las gestiones anteriores fueron efectuadas con esta técnica.
La decisión de revertir la emergencia vial mediante un Plan de Recuperación de la Trama Vial se dio en un marco donde lo único que abundaba eran las deudas: salariales, de retenciones salariales, con proveedores de bienes, prestadores de servicios, y contratistas de obra pública. Por ello, el desafío más grande que presentaba encarar la ejecución de un plan tan ambicioso era la consecución de recursos para su financiamiento. Para esto se puso en marcha el ordenamiento de las cuentas de la comuna, lo que contempló como acciones principales reorganizar profundamente la estructura administrativa y el redireccionamiento del gasto. La consecuencia fue una fuerte reducción del gasto público, motivado principalmente por la reducción en el gasto improductivo en personal, el control del consumo de combustible, el control de las compras de insumos, entre otras razones.
Ejecución de obras de diversa índole
El ordenamiento de los gastos le permitió al municipio empezar a disponer de recursos, lo que posibilitó, aparte de comenzar un plan de pagos para cancelar progresivamente las deudas que dejó la gestión de Luis Lobos, echar a andar las primeras licitaciones de las obras que formaban parte del Plan, como renovación integral de calles, construcción de calzadas de carpeta asfáltica, construcción de calzadas de carpeta de hormigón, construcción de calzadas de adoquines, reparación de losas de hormigón, reconstrucción de bocacalles (intersecciones o cruces de calles) en hormigón, reencarpetado asfáltico, y reencarpetado con asfalto modificado.
En las obras de renovación integral de calles, la reconstrucción de la calzada estuvo complementada por el recambio de redes de cloacas y agua potable, la construcción de drenajes y el mejoramiento del alumbrado público. La reconstrucción de bocacalles en hormigón se realizó en la reparación de las intersecciones principales para garantizar la durabilidad de la misma.
Un millón de metros cuadrados de calles reparadas
Para tomar dimensión del grado de avance del Plan sólo basta mencionar que, desde el inicio de la gestión al momento, se realizan 27 licitaciones de reencarpetado asfáltico normal y modificado (con montos de obra variable entre 8 y 15 millones de pesos), 12 licitaciones de reencarpetado en hormigón (con montos de obra variables entre 10 y 15 millones de pesos), 4 licitaciones de bocacalles y de reparación de losas de hormigón, junto con al menos 12 obras de renovación integral de calles (con montos de obra variable entre 20 y 80 millones de pesos).
Según los registros existentes en la comuna, en los años donde hubo mayor inversión en obras, se realizaron como máximo 100.000 metros cuadrados de asfaltado o reasfaltado. Y sólo en años buenos.
Hoy, Guaymallén es el departamento con más obras en ejecución. El municipio ha logrado una meta impensada al momento de asumir la gestión actual e imposible de alcanzar de no reorganizar profundamente la estructura y el direccionamiento del gasto: hasta la fecha se han reasfaltado, asfaltado, hormigonado o adoquinado más de 1.000.000 de metros cuadrados de calles y avenidas de Guaymallén. Esta cifra nunca antes fue lograda.
Aquí, es muy importante mencionar que la mayoría de estas obras supusieron o suponen obras complementarias de drenaje (cordón, cuneta y banquina y también alcantarillas a nuevo) para alargar la vida útil de los asfaltos, hormigones y adoquines.
Alcanzar este objetivo, con un punto de partida tan precario como fue a fines de 2015 y primeros meses de 2016, indica claramente que el camino de austeridad y orden administrativo y gerencial propuesto es el correcto.
También es un mensaje esperanzador para todos aquellos barrios que aún no tienen sus calles intervenidas o están en mal estado.
El intendente Marcelino Iglesias expresó al respecto: "La Municipalidad de Guaymallén ha logrado una meta y superado un objetivo. Lo ha hecho posible gracias al trabajo creativo, transparente y permanente y mediante obras de calidad, pensadas a mediano y largo plazo; atacando los problemas visibles pero también los denominados "invisibles" que, si bien generan demoras transitorias, otorgan soluciones perdurables".