Ante la ausencia de subsidios nacionales, el gobierno de Alfredo Cornejo volvió a respaldar al sistema de transporte público con fondos provinciales y proyecta para 2026 un incremento significativo de los recursos destinados a sostener el servicio.
Desde la Provincia explican que la decisión apunta a garantizar la continuidad del servicio y evitar un traslado pleno de los costos a los usuarios. Al igual que durante la gestión de Rodolfo Suarez, el Ejecutivo provincial recurre al Fondo Compensador del Transporte, previsto en la Ley de Movilidad Provincial, para equilibrar financieramente el sistema.
Durante la presidencia de Alberto Fernández, Mendoza ya había sufrido demoras en los envíos de fondos nacionales. Sin embargo, el escenario cambió de forma drástica desde la asunción de Javier Milei, cuando el Gobierno nacional decidió eliminar los subsidios al transporte en el interior del país.
Esa decisión obligó a la Provincia a asumir un mayor esfuerzo presupuestario, con el objetivo de sostener el funcionamiento del sistema sin afectar de manera abrupta el bolsillo de los usuarios.
En el Presupuesto vigente, el Gobierno provincial destinó unos $235.000 millones al Fondo Compensador del Transporte, monto que puede incrementarse según la disponibilidad financiera y la evolución de variables como la inflación. En ese marco, días atrás se reasignaron partidas por más de $4.229 millones mediante el decreto 2779.
La norma, firmada por Cornejo, el ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Víctor Fayad, establece como objetivo central "equilibrar económicamente el sistema" y garantizar la prestación del servicio de Mendotran.
De acuerdo con el Presupuesto 2026, la Provincia prevé asignar $356.250 millones al sostenimiento del transporte público. De ese total, $292.000 millones corresponderán a subsidios provinciales canalizados a través del Fondo Compensador.
El resto de los recursos, unos $64.250 millones, provendrán de la recaudación del boleto y de los aportes nacionales vinculados a la Tarifa Social Federal SUBE, que contempla descuentos para sectores específicos de la población.
También habrá cambios en la distribución interna de los fondos. Mientras que en 2025 el 34,5% se destinó al transporte de media y larga distancia, en 2026 ese porcentaje ascenderá al 40%, lo que equivale a $116.800 millones. En paralelo, el sistema urbano Mendotran pasará de concentrar el 65,5% de los subsidios al 60%, unos $175.200 millones.
Según datos oficiales, los usuarios cubren apenas el 18% del costo real del servicio, mientras que el 82% restante es absorbido por subsidios provinciales.
El esquema tarifario también quedó bajo la lupa por las diferencias regionales. El senador sanrafaelino Mauricio Sat presentó un proyecto de ley para avanzar hacia un precio único del boleto en toda la provincia.
La iniciativa propone implementar de forma gradual una tarifa plana provincial a medida que venzan las licitaciones actuales. Según el legislador, en departamentos como San Rafael, General Alvear y Malargüe se paga entre un 90% y un 160% más por recorrer distancias similares a las del Gran Mendoza.
Como ejemplo, un viaje de 22 kilómetros entre Luján de Cuyo y la Ciudad de Mendoza cuesta $1.000, mientras que un recorrido de 21 kilómetros desde Salto de las Rosas al centro de San Rafael asciende a $2.300.
El pasado 31 de octubre, Cornejo autorizó una suba del boleto en dos tramos. El primero se aplicó el 10 de noviembre, cuando la tarifa plana pasó de $1.000 a $1.200. El segundo entrará en vigencia el 1.º de enero de 2026, cuando el pasaje alcanzará los $1.400.
Desde el Gobierno provincial señalaron que el costo real del viaje sin subsidio asciende a $2.912, por lo que el Estado aporta $1.712 por cada pasaje, manteniendo uno de los boletos más bajos del país.
No obstante, no se descartan nuevos incrementos. El Ente de la Movilidad Provincial (EMoP) convocó a una audiencia pública para el 29 de diciembre para analizar los pedidos de aumento formulados por las empresas de transporte urbano, de media y larga distancia y del sistema Bicitran. Luego de ese proceso, el organismo deberá definir si corresponde aplicar un nuevo ajuste y en qué magnitud.