La recaudación impositiva de las provincias tuvo en junio una desaceleración en su crecimiento, que fue del 21% interanual en términos reales y anotó una disminución en relación con el 28,3% de mayo y el 37,4% de abril.
Los datos fueron aportados por la consultora Aerarium, en base a la información proporcionada por 17 de los 24 distritos, debido a la demora en la difusión de los datos fiscales en gran parte de las provincias.
En términos nominales (es decir, sin deducir el efecto de la inflación de los últimos doce meses), el aumento fue del 81,7%, "casi 10 puntos porcentuales por debajo del dato de mayo, pero todavía manteniendo una importante brecha respecto al crecimiento del nivel de precios".
La entidad remarcó que "la dinámica recaudatoria respetó el comportamiento previsto para el mes, en la medida que abril de 2020 fue el piso de la caída en el nivel de actividad y recaudación", al tratarse del primer mes de aplicación plena del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO).
Por tal razón, se prevé que en los próximos meses "se continúe recortando la tasa de crecimiento, parcialmente compensado por la mayor tasa de inflación interanual, que recorta la tasa real, pero beneficia la variación en términos nominales".
La suba de la recaudación mostró como característica destacable la persistencia de Ingresos Brutos como el principal impuesto en todas las provincias.
Los recursos que aporta Ingresos Brutos representaron en junio el 82,4% del total de las provincias relevadas, lo que da la pauta de las continuas dificultades para reducir las alícuotas de ese impuesto considerado "distorsivo" por la amplia mayoría de los tributaristas, por aplicarse en todas las etapas de producción, distribución y comercialización de los bienes y servicios, con un efecto acumulativo en el precio final.
Esa dificultad frustró en las últimas tres décadas todos los intentos por reducirlo, lo que se reflejó en la alteración de los términos del Consenso Fiscal.
En el acumulado del primer semestre, la recaudación de las 17 jurisdicciones totalizó $326.904 millones, creciendo un 16,7% en términos reales respecto al mismo período de 2020, por arriba de la dinámica de los recursos coparticipados, que en el mismo lapso crecieron 12,7%.
En términos nominales, se observa una expansión del 68,8% (+$133.240 millones), con una mejor performance de los impuestos procíclicos en relación a los patrimoniales (+67% vs +53%), con aportes al crecimiento del 82% y 10%, respectivamente (el restante 8% es aportado por otros tributos y moratorias).
Todos los impuestos lograron ganarle a la inflación del período, con un máximo de 37,5% en el caso de las Sellos, en tanto que Ingresos Brutos lo hizo en un valor similar al promedio general con un 16,2%.
En todas las jurisdicciones hubo un aumento superior a la inflación, destacándose los desempeños de Misiones (46,4%) y La Rioja (42,6%), en tanto que Mendoza (5,7%) pasó a ubicarse en el último lugar, ante la recuperación observada en Santa Cruz (9,3%).
Las cuatro provincias con menor aumento interanual real en el semestre fueron productoras de hidrocarburos, en reflejo del mal desempeño de la actividad del petróleo y gas en el primer cuatrimestre: además de los casos mencionados de Mendoza y Santa Cruz, se anotaron en el grupo Río Negro (9,4) y Neuquén (12,7%).
Sin embargo, la recuperación sobre el final del semestre también mostró que las provincias petroleras y gasíferas fueron las de mayor incremento de mayo a junio, al punto que tres de las cuatro que lideraron los aumentos integran la OFEPHI (Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos).
El listado estuvo encabezado por Neuquén, donde se encuentran los yacimientos no convencionales del área de Vaca Muerta, con una suba del 39,7% respecto a mayo, seguida por San Juan (28,1%, la única no petrolera de las cuatro primeras), Jujuy (27,9%) y Santa Cruz (25,2%).