La Cámara Nacional de Casación Penal rechazó el pedido de recusación del fiscal general Dante Vega y del magistrado de San Rafael Eduardo Puigdéndolas realizado por la defensa del juez federal 1 de Mendoza Walter Bento, acusado de liderar una asociación ilícita.
La Sala III de Casación, en una decisión rubricada por los jueces Liliana Caturcci, Eduardo Riggi, y Juan Carlos Gemignani, no hizo lugar al pedido de apartamiento solicitado por el abogado Mariano Cúneo Libarona, al aducir que "carece de una base fundamentada que permita controvertir lo decidido por la cámara de apelaciones de Mendoza”.
Cúneo Libarona buscaba apartar a Puigdéndolas al argumentar que su designación como juez instructor de la causa no se ajustó al procedimiento normativo y adujo una actuación "imparcial" del magistrado, a la vez que recusó al fiscal Vega.
Sin embargo, para los camaristas "ninguno de estos supuestos han sido probados".
El abogado mendocino Gustavo Gazali, que es otro de los defensores del imputado Bento, dijo a Télam, sobre el revés judicial, que “era esperable, teniendo en cuenta que Casación interviene en sentencias definitivas".
"Seguiremos buscando que participe un fiscal objetivo, y un juez imparcial", aseguró el letrado.
Bento, que había comenzado a ser indagado ayer, continuó su declaración tras una extensa jornada que se prolongó hoy durante ocho horas y se refirió puntualmente a los dos hechos que se le achacan.
Según Gazali, el cuestionado magistrado "aportó numerosas pruebas de documentos y le respondió al fiscal renglón por renglón la acusación", y agregó que "todos quedaron sorprendidos ante la claridad de su exposición y rebatió la imputación".
La semana próxima, a pesar de la feria judicial, se seguirá ventilando el caso con la continuidad de la declaración indagatoria de Bento, el martes a las 9 de la mañana.
Desde la defensa esperan que el juez Bento siga descargando a su favor "la enorme cantidad de pruebas que lleva en su carretilla", y sus defensores argumentan que el magistrado hoy volvió a repetir "que no conoce a la mayoría de los imputados", y salió en defensa "de la injusticia que atraviesan los abogados detenidos", y de las otras personas "por delitos que son excarcelables".
Sin embargo, fuentes judiciales le confiaron a Télam que las pruebas contra el magistrado son muy contundentes.
La investigación se inició a partir de un peritaje al teléfono de un detenido por narcotráfico, Walter Bardinella Donoso (41), en el que aparecían mensajes con su abogado que daban cuenta de la existencia de maniobras judiciales irregulares sobre liberación de personas detenidas a disposición del juez Bento.
En numerosos mensajes de texto y de voz se alude al "juez", al "número 1" o al "gran jefe", en referencia al magistrado.
El juez Federal Bento con competencia electoral está imputado por ser considerado jefe de una asociación ilícita, enriquecimiento ilícito, lavado de activos y seis hechos de cohecho pasivo, que se traduce en haber aceptado coimas a cambio de beneficiar a presos.
Si bien la Justicia pidió la detención del juez Bento, la misma no pudo llevarse a cabo porque el magistrado aún ostenta fueros.