El segundo juicio por los abusos a niños hipoacúsicos en el Instituto Antonio Próvolo de Mendoza, que tiene como imputadas a nueve personas, dos de ellas monjas, se reanudó hoy tras varias demoras por nulidades y recusaciones, informaron fuentes judiciales.
La principal acusada, la monja Kumiko Kosaka, es la única que llega a este juicio con prisión domiciliaria acusada de abuso sexual agravado, corrupción de menores y partícipe primaria por omisión.
También se sentarán en el banquillo de los acusados la monja Asunción Martínez (53), la representante legal Graciela Pascual (65), las ex directoras Gladys Pinacca (66), Valeska Quintana (48), Cristina Leguiza (50) y Laura Gaetán (60), la psicóloga Cecilia Raffo (43) y la cocinera Noemí Paz (63).
Este segundo juicio comenzó a mediados de mayo pero se vio demorado por planteos de nulidad y recusaciones, entre ellas la del juez Horacio Cadile, quien debió dejar la causa tras filtrarse chats privados donde se refería en forma despectiva a la monja Kosaka, quien llega con las las imputaciones mas graves a este debate.
Durante la audiencia de este martes el fiscal Alejandro Iturbide tomó la palabra para individualizar los párrafos que, de acuerdo a su criterio, describen cómo las imputadas tomaron conocimiento de los hechos en los que se les endilga participación primaria o secundaria.
También en qué consistió la colaboración necesaria y las omisiones relevantes de las que se las acusa, entre otros puntos, detallaron las fuentes.
Luego todas las acusadas confirmaron que iban a declarar con excepción de la ex directora Laura Gaetan, detallaron las fuentes.
El debate se desarrolla de manera semipresencial debido al contexto de pandemia y a puertas cerradas por tratarse de delitos de índole privada.
Por otra parte, el tribunal definió que en las próximas audiencias, y hasta el final del juicio, haya una intérprete de lenguaje de señas para traducir todo lo que ocurra durante dichas instancias.
Por ello la Justicia deberá buscar intérpretes que puedan actuar en la causa y que no estén vinculados a ninguna de las partes.
En ese sentido, se aclaró que las intérpretes que participaron del primer juicio no pueden intervenir en este debate porque están citadas como testigos.
Se trata del segundo juicio, luego de que, a fines de noviembre del 2019, el sacerdote Horacio Hugo Corbacho fuera condenado a 45 años de prisión, el cura italiano Nicola Corradi (83) recibiera una pena de 42 años y el ex empleado Armando Gómez, 18 años.
Este segundo juicio comenzó a mediados de mayo pero se vio demorado por planteos de nulidad y recusaciones, entre ellas la del juez Horacio Cadile, quien debió dejar la causa tras filtrarse chats privados donde se refería en forma despectiva a la monja Kosaka, quien llega con las las imputaciones mas graves a este debate.
Fuente: Telam