El jurado popular escuchó la lectura de un escrito redactado por Norma Carleti, donde había fuertes revelaciones sobre su relación con Leonardo Hisa, expareja y principal acusado en el caso.
Ya se dio inicio a la tercera semana del juicio por jurado por el femicidio de Norma Carleti. Esta vez, acompañado por el impactante testimonio de Lucio Hisa, hijo de Leonardo Hisa y la víctima, junto a la lectura de cartas que fueron escritas por la Norma Carleti. El hecho ocurrió en Tunuyán, durante marzo de 2018.
Lucio Hisa aseguró que tenía una excelente relación con su mamá pero también se aferró a su papá al decir que hace tres años le quitaron a su madre -cuando la mataron- y ahora le quieren quitar a su padre. Aseguró tener miedo a quedarse solo.
Asimismo, fueron quizá más reveladoras las cartas que escribió Norma Carleti, donde afirma que Hisa la quería matar y luego sucidarse.
El jurado popular deberá determinar responsabilidades penales para los 4 imputados por la muerte de Carleti:
- Leonardo Hisa y Juan Carlos Guerrero enfrentan esta instancia judicial acusados de homicidio calificado por el vínculo y homicidio calificado por ser cometido por precio o promesa remuneratoria, en calidad de instigador y partícipe primario, respectivamente.
- Los hijos del segundo, Kevin y Alexis Guerrero, están encuadrados bajo la misma figura penal, pero en calidad de coautores.
El jurado escuchó con autorización de las partes un escrito que la empresaria Norma Carleti había redactado a pedido de su psicóloga y sus abogados, para describir la situación en la que se encontraba respecto a la relación que mantenía con quien entonces era su esposo, Leonardo Hisa.
En un tramo, la víctima escribió: “En un principio la relación iba muy bien pero luego empezó a mostrar episodios de celos que se hicieron constantes en todos los años. Él fue apropiándose de mí como si fuera un objeto de su posesión. Mantenía relaciones sexuales aunque no quisiera, porque si no, se enojaba mucho. Muchas veces le dije que me sentía violada y se enojaba aún más. Creí que yo era el problema y acudí a una sexóloga, pero cuando le tocó ir a él interrumpí las citas”, escribió la víctima.
Las misivas fueron leídas por tramos, de acuerdo a lo que la querella de la familia Gómez Carleti (dos de los hijos de Norma Carleti) fue resaltando. “Lo teníamos todo para ser felices pero él siempre estaba enojado. Para el afuera se mostraba bien, pero a solas siempre estaba mal conmigo y no quería compartir nada. En 2017, cuando tuvo un fracaso electoral, se puso muy agresivo conmigo. Cada vez que no hacía lo que él quería, amenazaba con matarme, matar a mi hijo y suicidarse. Fue muy difícil para mí transitar esta etapa porque sufrí mucho su abandono y su infidelidad”, escribió la víctima sobre su esposo, hoy imputado.
Sobre el vínculo empresarial que mantenía el matrimonio, Norma Carleti escribió en sus cartas que confiaba en el contador que le llevaba documentos para firmar. “En 2016 por una casualidad, me entero de que él tenía más acciones de las que debía. Cuando me traía los balances yo le pedía que subsanara ese error. Me sacó de mi casa muchísima documentación y todo el dinero y hasta joyas. Sólo me devolvió un collar que luego de explicarle llorando que era de mi padre, me lo devolvió. Me di cuenta de que él tenía decidido separarse desde 2013, pero utilizó todo este tiempo para dejarme en la calle y sacarme todo lo que yo tenía”, dice una carta escrita por la víctima.
Lucio Hisa se sentó a contar su versión de lo vivido ante el jurado popular por casi 2 horas y lo hizo cronológicamente, desde que recibió el primer llamado que lo alertaba de que algo había pasado en la casa de su madre, en el centro de Tunuyán durante los primeros minutos del 5 de marzo de 2018.
El joven contó que se encontraba en Mendoza y que viajó junto a otro de sus hermanos a Tunuyán. “Cuando llegué había un cierre perimetral de la casa; estaba mi familia, la de mi madre, hermanos, primos, todos. Me acerco a mi papá, me comenta lo que pasó y lo abracé”, dijo visiblemente emocionado.
Luego relató sobre su primer contacto con autoridades judiciales. “El fiscal salió y me preguntó si sabía si mi mamá tenía problemas con alguien. Sospechaba que no era un robo, sino algo pasional. Le comenté esto a mi papá porque me parecía que directamente lo estaba acusando a él y a mi mamá la acababan de matar. Luego fui a declarar a la comisaría.”, contó sobre los primeros momentos.
Consultado por la inseguridad de la zona en la que quedaba la casa de su madre, Lucio Hisa dijo: “Era una zona particularmente insegura. A mí una vez quisieron acuchillarme y a varios vecinos también les habían robado en varias oportunidades. La inseguridad era algo que nos preocupaba, mirábamos, dábamos vueltas a la manzana. Mi abuela era vecina, vivía a 15 metros, pero la acompañábamos a su casa”.
El hijo de Norma Carleti también se refirió a los movimientos de dinero que se producían en la casa de la empresaria. “Allí tenía su oficina, administraba unas 15 propiedades, cobrábamos grandes sumas y vivíamos en esa casa. Todo lo hacíamos en esa casa. Después del fallecimiento con mis hermanos nos hicimos cargo y calculo que lo que mi mamá manejaba habitualmente era una cifra cercana a los $500.000. Tenía cuentas también en España, donde había comprado una casa. Tenía monederos y dos bolsos en los que guardaba; uno azul para el dinero del día a día. Y otro que guardaba que era oscuro y de cuero”, detalló.
Lucio Hisa dijo estar al tanto de que su madre tenía dos cajas de seguridad en su habitación. “No sé qué había en esas cajas, pero puedo suponer que tenía plata o algo de valor. Había puesto unos pasadores de seguridad en la puerta de su pieza. Lo hizo cuando yo me fui de la casa y ella se quedó sola. Tomó esa decisión porque a una vecina se le habían metido a robar”, le dijo al jurado.
También se refirió a la relación entre sus padres, sobre lo que expresó: “Ella nunca me dijo que le tuviera miedo a mi papá, se veían. La semana anterior a que la maten, mi papá tuvo un accidente y ella lo fue a ver. Él tenía el control remoto para entrar a la casa de mi mamá y mi mamá tenía el mismo control para entrar a la casa de mi papá. Era una pareja que iba y venía y que quería darle un cierre a todo, más allá de lo económico”.