La película de terror dirigida por Andrés Llugany llegó a la pantalla de la B+M de Godoy Cruz, para darle un cierre de lujo a una jornada con opciones para el disfrute de una amplia audiencia.
El cine local y de distintas partes del país fue el gran protagonista del último día del clásico festival realizado en Godoy Cruz y distintas locaciones de la provincia. Los cortometrajes ocuparon gran parte de la cartelera del domingo y, además, el clásico infantil Mil intentos y un invento y Birdman llegaron al Domo del Museo Ferroviario.
En el auditorio de la Biblioteca + Mediateca se realizó la Muestra Panorama Local, con aquellas obras que, fuera del certamen oficial de MO 2019, se eligieron para tener su estreno ante el público local. Los títulos fueron Registro Fósil ( Darío Exequiel Ambrosio); Nausea (Sol Vélez); Papi Querido, recuperáte pronto (Maximiliano Rodríguez); Las cosas que nunca se escriben (producción colectiva); Conexión (Nicolás Mattana); Tic toc (Emiliano Lucero); Corazón Criollo (Matías Albornoz) y Salvador y el hombre empanada (Salvador Valdéz). También fue incluido en la programación el corto distinguido por temática social Quedarse en casa, hecho por Luisina Anderson
Miedo en lo profundo de la noche
Las luces se apagaron y la tensión copó la sala de la Calle Tomba 54, con El Rostro de Cristal, la última película de Andrés Llugany. Al finalizar, se creó un espacio de dialogo para que, tanto el cineasta como la audiencia pudieran profundizar sobre ciertas temáticas que se abordan en el metraje.
Con 20 años de actividad fílmica y 50 producciones audiovisuales, el también historietista, escritor y músico Andrés Llugany ha conformado un lenguaje cinematográfico propio, emparentado con el comic y la fantasía. Su obra se caracteriza por otorgar un gran valor a la síntesis narrativa, al silencio en los diálogos y a la pausa reflexiva, con cierto tipo de humor y la permanente intención de experimentación expresiva.
Con un sólido reparto integrado por Melody Moro, presente en la sala junto a Llugany, Valeria Rivas, Elena Schnell y Ariel Blasco en los roles principales, El Rostro de Cristal es un film contado en tres actos y rodado en muy pocas locaciones, combinando elementos reales y también fantásticos, en una narración donde se mezclan los cuentos infantiles clásicos, la mitología griega y el terror subyacente en el entramado social.
Según la definición que brindó el propio Llugany, "La película es una narración acerca de un miedo muy particular en el mundo femenino, que es el de no poder transitar de noche por una calle oscura y del temor de sentir la amenaza en cada sombra o en cada recodo de una esquina".
"Si le buscamos un hilo común a todas mis obras, andaríamos por el lado del mundo fantástico. Dentro de ese universo, a veces he hecho comedias, a veces ciencia ficción, pero en verdad lo que nunca había explorado y siempre había tenido ganas, era el género del terror", comentó el multifacético realizador.
De este modo, llegó a su fin una nueva edición -la número 11- del Festival Provincial de Cine Mirada Oeste. Realizadores y el público amante del cine tuvieron una excelente oportunidad para reencontrarse con este arte que, en Mendoza, tiene una larga e importante historia, un presente excelente y un futuro que ilusiona.