Fuentes judiciales dijeron que el ahora sospechoso, habría actuado solo y de no surgir otra prueba, la causa se esclarecería rápidamente.
Un cotejo de ADN con sangre hallada en la escena del crimen del doble homicidio de Chacras de Coria dio positivo con el rastro genético del único imputado, Edgardo Montivero -yerno de las víctimas-, por lo que el sospechoso quedó sumamente complicado.
Así lo confirmaron los peritos, quienes este miércoles por la tarde recibieron la confirmaron de que la sangre hallada en el lugar correspondía al ahora imputado.
Con esto se refuerza la hipótesis de que Montivero peleó con las víctimas, Francisco Rodríguez (69) y Raquel Gómez (72), y por eso tenía un corte en la palma de una de sus manos. Él, ante el fiscal, había declarado que esa lesión la había sufrido lavando los platos.