Más aun, ese tribunal de honor concluyó que la conducta de los militares José "Nino" Gavazzo y Jorge "Pajarito" Silveira no afectaron “el honor” de la fuerza.

Sin embargo, a partir de que las actas con esos relatos fueron difundidas, un fiscal envió a la justicia "todos los antecedentes de fuente abierta sobre la omisión de denunciar los hechos y las circunstancias” del asesinato del militante Roberto Gomensoro, confesado por Gavazzo.
El Ejecutivo había homologado ese fallo, pese a que Gavazzo contó que mató a Gomensoro y que él mismo tiró su cuerpo al río Negro, en 1973.
El presidente Vázquez relevó entonces al titular de Defensa, Jorge Menéndez, al viceministro Daniel Montiel, al comandante del Ejército, José González, al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Alfredo Erramún, y al general Gustavo Fajardo.
Los tres militares conformaron un tribunal de honor que en septiembre del año pasado juzgó la conducta de Gavazzo y Silveira, condenados por decenas de violaciones de derechos humanos durante la dictadura.
González había sido nombrado al frente del Ejército hacía apenas 13 días, tras la destitución del anterior jefe de la fuerza, Guido Manini.
El tribunal de honor no encontró en los crímenes cometidos por Gavazzo y Silveira ningún motivo de deshonor, pero el sábado, el diario El Observador aseguró que el primero reconoció que hizo desaparecer el cuerpo de Gomensoro, asesinado en torturas en un cuartel militar, arrojándolo al embalse de una represa en el centro del país.
Silveira dijo al mismo tribunal que Gavazzo no solo hizo desaparecer el cuerpo, sino que fue responsable de la muerte de Gomensoro.
"Yo lo cargué al vehículo, yo manejé, lo llevé al lugar, lo bajé, lo puse en un bote y lo tiré del bote. Yo solo", dijo Gavazzo, según el documento.
La Presidencia emitió esta tarde un comunicado en el que oficializó las decisiones. Formalmente, pasó a retiro obligatorio a González y Erramún, y pedirá al Senado el pase a retiro de Fajardo, Claudio Romano, Carlos Sequeira y Alejandro Salaberry, que completaban el Tribunal.
Ayer, el fiscal general Jorge Díaz envió a la fiscalía "todos los antecedentes de fuente abierta sobre la omisión de denunciar los hechos y las circunstancias del homicidio de Roberto Gomensoro Josman, relatados al tribunal de honor del Ejército por el reo José Gavazzo", anunció el mismo funcionario en su cuenta de la red Twitter.
“Puede haber eventualmente un hecho delictivo en la omisión de parte de los funcionarios públicos en denunciar un delito”, evaluó Díaz.
La Presidencia abobó las razones del fiscal: “Según surge de las declaraciones vertidas por indagados, existen hechos confesados que constituyen delitos, advirtiéndose sin embargo, que el Tribunal de Honor y el Tribunal de Honor de Alzada, omitieron en forma deliberada cumplir con el mandato” que ordena “comunicar de inmediato al Superior que corresponda” esos hechos.
En 2009, los dos militares habían sido condenados como responsables de 28 homicidios muy especialmente agravados. Las dos condenas quedaron firmes en 2011 por sendos fallos de la Corte Suprema de Justicia, pero el caso de Gomensoro no estaba entre esos crímenes.
El tribunal de honor solo les reprochó a Gavazzo y Silveira que no hubieran declarado en la justicia penal para exculpar del asesinato de Gomensoro a otro militar, Juan Carlos Gómez, inicialmente condenado y luego sobreseído.
Pero Silveira fue más allá y dijo al tribunal que Gavazzo no solo fue responsable de la muerte de Gomensoro sino también de la de otro detenido en el Grupo de Artillería Nº 1 y de la desaparición de María Claudia García de Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelman, cuyos restos fueron encontrados en un batallón de Canelones en 2005.
Vázquez dio por hecho, según los medios de Montevideo, que los militares retuvieron información importante y por eso decidió que dejen sus cargos.
Las violaciones de derechos humanos en la última dictadura (1973-84) se comenzaron a conocer a partir de 2005, cuando en su primer mandato Vázquez ordenó que las Fuerzas Armadas develaran las informaciones en su poder.
El cuadro puede constituir un golpe para la gestión de Vázquez en un año electoral. En 2017, el mandatario vio cómo renunciaba su vice, Raúl Sendic, procesado después por peculado y abuso de funciones.