Estados Unidos propuso a los países del Grupo de Lima una serie de sanciones para aislar al gobierno de Nicolás Maduro y reafirmar el apoyo a Juan Guaidó, proclamado presidente interino de Venezuela por encargo del Parlamento, durante una reunión celebrada en Bogotá, en la que la mayoría de los oradores descartaron la opción militar para la crisis del país caribeño.
La reacción siguió a los violentos disturbios reportados este fin de semana en las fronteras de Venezuela con Brasil y Colombia, donde Maduro bloqueó el ingreso de la gran mayoría de la ayuda humanitaria enviada por países que no lo reconocen como presidente, lo cual derivó en represión y enfrentamientos entre militares y manifestantes que dejaron cuatro muertos y cientos de heridos.
La declaración final del Grupo de Lima no hace ninguna alusión a las propuestas de Estados Unidos sobre la aplicación de sanciones contra Venezuela, y sostiene que la permanencia de maduro en el poder "representa una amenaza sin precedentes a la seguridad, la paz, la libertad y la prosperidad en toda la región", a la vez que condena el bloqueo a la ayuda humanitaria y reitera su pedido de elecciones libres.
Pasado el llamado "Día D", el centro de la atención se trasladó desde las fronteras hacia Bogotá, donde el caso venezolano fue el único asunto de discusión para funcionarios y cancilleres del Grupo de Lima, una alianza de países americanos que reconoce como presidente interino de Venezuela a Guaidó y considera a Maduro como un "usurpador" del poder desde el pasado 10 de enero.
La exposición más resonante fue la de Pence. “Ha llegado el momento de que hagamos más. Hoy, con mucho respeto, Estados Unidos insta a todas las naciones presentes a intensificar los esfuerzos y tomar los pasos a seguir para aislar al régimen de Nicolás Maduro“, dijo, según la agencia EFE.
Estados Unidos pidió al Grupo de Lima adoptar las medidas desde hoy mismo y anunció la imposición de sanciones contra cuatro gobernadores chavistas.
También llamó a los militares venezolanos a rebelarse contra Maduro y acogerse a la amnistía que ofreció Guaidó a los miembros de las Fuerzas Armadas que trabajen en favor de la idea de celebrar elecciones en el país.
Guaidó también habló en la reunión y sostuvo que "ser permisivo" con "la usurpación" que considera que Nicolás Maduro hace con el poder "sería una amenaza para la democracia en toda América".
Pence reiteró que están en la mesa "todas las opciones" para solucionar la crisis venezolana, pero varios países dejaron en claro que no están dispuestos a apoyar una salida por la fuerza de las armas.
"Para nosotros la militar nunca fue una opción. Brasil siempre aboga por las soluciones pacíficas de cualquier problema que ocurra en los países vecinos. Abogamos por la no intervención", aclaró el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao.
El presidente de Colombia, el anfitrión Iván Duque, pidió al Grupo de Lima que haga un llamado para que "las Fuerzas Militares de Venezuela se ubiquen en el lado correcto de la historia y brinden su lealtad a la Asamblea Nacional y al presidente encargado para que la dictadura llegue a su pronto final".
Representantes de otros países sumaron sus opiniones en contra de una intervención militar, como en los casos de Colombia, Perú y Guatemala, entre otros.
En Washington, en tanto, Estados Unidos pidió para mañana una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tratar el caso venezolano.
En Ginebra fue inaugurada la 40ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin, advirtió hoy sobre el peligro de un "enfrentamiento civil o militar" en Venezuela, a la vez que ratificó su firme rechazo a la posibilidad de una "intervención extranjera" en el país caribeño.