La situación se torna cada vez más crítica en el condado de Kerr, al oeste de Austin, donde se registraron 96 de las muertes.
Las devastadoras inundaciones que afectan al estado de Texas, Estados Unidos, ya se cobraron la vida de 120 personas, mientras que 173 continúan desaparecidas, según confirmaron las autoridades estadounidenses en una actualización oficial de este jueves. La situación se torna cada vez más crítica en el condado de Kerr, al oeste de Austin, donde se registraron 96 de las muertes.
El resto de las víctimas fatales se distribuyen en cinco condados cercanos a la ciudad de San Antonio, la segunda más poblada del estado. Mientras tanto, cientos de trabajadores continúan removiendo escombros, pero la falta de hallazgos de sobrevivientes durante la semana agudiza el temor por el destino de los desaparecidos.
Entre ellos, hay al menos cinco niñas que se encontraban en el campamento Mystic, a orillas del río Guadalupe, cuando se desató la inundación repentina. Las críticas se multiplican por la falta de evacuación preventiva y la escasa coordinación de los monitores del campamento, quienes no contaban con equipos de comunicación adecuados.
"El enfoque sigue siendo rescate y reunificación", señaló Jonathan Lamb, jefe de policía de Kerrville, capital del condado. Sin embargo, la gestión local quedó en el centro de la polémica: medios revelaron que un bombero de Ingram solicitó una alerta a las 04:22 del 4 de julio, pero la advertencia oficial no llegó hasta 90 minutos después, y en algunos sectores, recién pasadas las 10:00 horas, cuando ya muchas personas habían sido arrastradas por el agua.