Según medios de ese país, entre ellas estarían el Banco Nacional de Desenvolvimiento Economico y Social (BNDES), el Banco de Brasil, Caixa y Eletrobras.
El ministro de Infraestructuras de Brasil, Tarcisio Freitas, dijo que es posible que se privaticen o liquiden 100 compañías estatales, incluidas sus subsidiarias, en un reflejo de los planes del nuevo gobierno para reducir el tamaño del Estado.
Según medios de ese país, entre ellas estarían el Banco Nacional de Desenvolvimiento Economico y Social (BNDES), el Banco de Brasil, Caixa y Eletrobras.
En una entrevista radial, el ministro afirmó también que el gobierno está analizando la concesión de licencias para operar 5.600 kilómetros de autopistas.
Este martes, el presidente Jair Bolsonaro anunció un programa de concesiones al sector privado en aeropuertos, puertos y ferrocarriles que busca atraer unos u$s 1.800 millones.
Antes de encabezar la primera reunión de gabinete luego de su asunción, Bolsonaro anunció en Twitter el plan destinado a la inversión privada, una declaración que provocó la caída del dólar en la apertura de los negocios en la plaza financiera de San Pablo.
"Rápidamente vamos a atraer inversiones iniciales por 7.000 millones de reales,con concesiones de ferrocarriles, 12 aeropuertos y 4 terminales portuarias. Con la confianza del inversor bajo condiciones favorables rescataremos el desarrollo inicial de la infraestructura", dijo Bolsonaro en Twitter.
El anuncio forma parte de la continuidad de la política de privatizaciones y concesiones inaugurada por el gobierno de Michel Temer, que hizo el llamado a licitación de 12 aeropuertos en noviembre pasado.
La crisis en infraestructura del país tuvo su momento de mayor pico con el cese de obras de gran porte a raíz de la Operación Lava Jato, que descubrió una red de décadas de sobornos y de cartel de empresas en torno a la obra pública en Brasil, con firmas gigantes como Odebrecht y Camargo Correa en el centro del escándalo.
El gobierno pretende retirarse del control de los aeropuertos mediante la empresa Infraero, una estatal que mantiene el control accionario de las concesiones realizadas desde 2012 por la presidenta Dilma Rousseff.
El objetivo actual es retirar la participación estatal y que todo sea administrado por los privados, según informaron autoridades del área del nuevo gobierno de Bolsonaro.
En materia económica, el ministro de Economía de Bolsonaro, Paulo Guedes, dijo que su proyecto más importante es la reforma del sistema de jubilaciones.
Si el Congreso no aprueba la reforma, según Guedes, podrá ser afectado el presupuesto de salud y educación fijado obligatoriamente por la Constitución.