A 17 años de la desaparición de la nena, las autoridades recibieron información reveladora que podría ser de gran relevancia para la causa.
La búsqueda de Madeleine McCann continúa siendo un interrogante para la Justicia, pero un mensaje en un contestador podría dar un vuelco inesperado en la causa. La nena desapareció el 3 de mayo de 2007 de un hotel de Praia da Luz, mientras sus padres cenaban a pocos metros de la habitación en la que ella se encontraba.
Este viernes se cumplieron 17 años del caso que conmocionó al mundo entero y la declaración de un policía que trabajó desde el primer momento cambió el rumbo de los investigadores.
Lo ocurrido con Madeleine todavía no pudo esclarecerse porque las pistas que dejó el responsable de llevarse a la pequeña habían sido escasas. Las autoridades pusieron la lupa sobre Christian Brueckner, quien es en la actualidad el único sospechoso del secuestro.
El Tribunal de Braunschweigel lleva adelante la causa por la desaparición de la menor y el pasado jueves 2 de mayo, el detective Mark Draycott, se presentó para prestar declaración. Él se dedicó a investigar el caso en la búsqueda denominada Operación Grange, iniciada en 2011.
En su relato, el agente brindó un detalle que puede dar un nuevo giro en la investigación. Se trata de un mensaje en un contestador, que dejó Helge Busching, un hombre que conoció a Brueckner en el Hotel Algarve (donde se hospedó la familia MacCann) durante los 2000, y desde entonces mantuvieron una amistad.
El hombre en cuestión se comunicó con la policía británica en el 2017, "en aquel entonces todavía teníamos un número de teléfono público que se publicitaba en todo el mundo. El público podía llamar para informar sobre la Operación Grange, la investigación para dar con Madeleine McCann. El 18 de mayo revisé el contestador y había un mensaje", comenzó el detective.
"Dijo que tenía información y dejó un número de celular griego. Luego llamé a este número y hablé con un hombre que ahora sé que es Helge Lars Busching. Se refirió a sí mismo como 'Lars' y me dio información en relación con Madeleine", agregó.
En la declaración que luego se viralizó en los medios, Bursching contó que Brueckner le aclaró, sin más precisiones, que "ella no gritó". Lo que podría encajar a la perfección con lo ocurrido, ya que nadie escucho a la nena en la noche en la que desapareció.
El detective se mantuvo en contacto durante dos días para coordinar el viaje para prestar declaración ante la justicia. "A medida que continuaba la línea de investigación, estuvo feliz de dar una declaración a la policía británica. Dijo que tuvo una conversación con Christian en el Festival de Orgiva en 2008. Esa conversación fue en relación con la Operación Grange", detalló el agente.
Por su parte, Brueckner niega los cargos en relación con el caso Madeleine McCann. En la actualidad cumple una condena de siete años por la violación de una anciana en el 2019 y al mismo tiempo está siendo acusado de una serie de ataques sexuales en Portugal entre el 2000 y 2017. Lo cierto es que hasta el momento, la desaparición de la niña continúa siendo un misterio sin resolver.
Madeleine tenía 3 años cuando desapareció del hotel donde dormía junto a sus dos hermanos mellizos, mientras sus papás, Kate y Gerry McCann, comían en un restaurante del mismo complejo, en Praia da Luz, al sur de Portugal. El sitio en donde cenaban los adultos estaba situado a unos 50 metros de la habitación en la que descansaba la pequeña.
Los padres se encargaban de vigilar a los niños cada 20 o 30 minutos, se levantaban de la mesa y revisaban que todo estuviera bien, hasta que a las 22:00 la mamá alertó que la niña no estaba en el cuarto.
El hecho ocurrió el 3 de mayo del 2007, durante unas vacaciones familiares que terminaron de la peor manera. La persona que se llevó a la niña no dejó rastros y nadie en el complejo escuchó nada sospechoso aquella noche.