Sudán anunció este miércoles (26.12.2018) que 17 personas han muerto durante las protestas que estallaron el pasado 19 de diciembre por la escasez de bienes básicos y su encarecimiento, según el ministro de Interior, Ahmed Belal Ozman.

El ministro no detalló en declaraciones a la prensa las causas del fallecimiento de los manifestantes y agregó que un número indeterminado de personas resultaron heridas, "entre ellas 35 efectivos de la Policía". Ozman negó la veracidad de los datos ofrecidos el lunes por la organización Amnistía Internacional (AI), que cifró en 37 a los fallecidos por disparos de la Policía desde el comienzo de las protestas.

Por otra parte, afirmó que "el Gobierno reconoce que hay una crisis económica verdadera en el país, que los ciudadanos sufren en gran medida". Agregó que los sudaneses han tenido tanta paciencia que "hay que agradecérselo" y les pidió que esperen hasta que el Gobierno alcance "soluciones radicales a los problemas" y "un nuevo punto de partida para la economía sudanesa".

Ozman opinó que los detenidos en las recientes protestas, especialmente aquellos que están en detención preventiva, serán liberados en breve, "para que no haya en Sudán ningún preso de opinión, excepto si están implicados directamente en actos de sabotaje deliberado".

En los pasados días, los manifestantes han atacado y quemado sedes del partido gobernante y otros edificios estatales en varias localidades de Sudán, y en dos estados fue decretado el estado de emergencia ante los disturbios violentos.

Este miércoles, en la capital, Jartum, reinó una tensa calma, pero las fuerzas de seguridad permanecieron desplegadas en el centro de la ciudad y las principales vías, desde que ayer tuviera lugar una marcha hacia el palacio de la presidencia que degeneró en violencia.

La Policía ha reprimido las protestas con gases lacrimógenos, porras y, en algunos casos, fuego real, según testigos y la oposición, que el pasado fin de semana cifró en 22 a los fallecidos.

EAL (efe, afp)