El papa denunció el martes el actual "clima de desconfianza" hacia los extranjeros o los migrantes, propagado en parte por los discursos nacionalistas, en su mensaje anual por la paz, dedicado al buen uso del poder político.
"Vivimos en estos tiempos en un clima de desconfianza que echa sus raíces en el miedo al otro o al extraño, en la ansiedad de perder beneficios personales y, lamentablemente, se manifiesta también a nivel político, a través de actitudes de clausura o nacionalismos que ponen en cuestión la fraternidad que tanto necesita nuestro mundo globalizado", escribe el papa Francisco en su mensaje preparado para la 52º Día Mundial de la Paz, que se celebrará el próximo 1 de enero.
El pontífice argentino también lanzó un ferviente llamado contra las guerras que ensangrientan ciertas regiones del planeta.
"El terror ejercido sobre las personas más vulnerables contribuye al exilio de poblaciones enteras en busca de una tierra de paz", recordó.
"No son aceptables los discursos políticos que tienden a culpabilizar a los migrantes de todos los males y a privar a los pobres de la esperanza", insistió el papa. "La paz se basa en el respeto de cada persona", recalcó.
Para él, "el incremento de la intimidación, así como la proliferación incontrolada de las armas son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia".
También nombra los "vicios de la política" que "socavan el ideal de una democracia auténtica", como la corrupción, la negación del derecho, la justificación del poder por la fuerza, la xenofobia y el racismo, o el rechazo al cuidado de la Tierra.
Para el papa argentino "cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad".