Un estudio publicado en la revista ‘Nature‘ revela la venta ilegal de animales salvajes en Wuhan y denuncia que el mal estado de los productos podría ser el origen de la transmisión de enfermedades como el coronavirus SARS-CoV-2.
Los primeros casos de coronavirus se detectaron oficialmente por primera vez en la ciudad de Wuhan a finales de 2019. Entonces, las primeras especulaciones acerca del origen de la pandemia estaban centradas en la venta de pangolines en el mercado chino.
Posteriormente, los científicos refutaron varias teorías que afirmaban que el origen del la pandemia se encontraba en el comercio de animales en China. Sin embargo, un estudio publicado en la revista "Nature" sitúa el origen del coronavirus en el tráfico de animales salvajes del mercado chino.
La venta ilegal de animales en China
Entre mayo de 2017 y noviembre de 2019, se realizaron encuestas mensuales entre los mercados de venta animal para la alimentación en toda la ciudad de Wuhan. En el estudio, se preguntó a los comerciantes qué especies habían vendido, el origen de las mismas y el precio de venta.
Los vendedores informaron de una venta de aproximadamente 37.000 animales pertenecientes a 38 especies de animales salvajes terrestres. Se vendían vivos, enjaulados o en mal estado. Alrededor de un 30% de los animales puestos en venta habían sufrido heridas por disparos o maltratos.
China cuenta con una lista de Fauna bajo Protección Estatal Especial de China (LESS, atendiendo a sus siglas en inglés). Cualquier especie incluida en esta lista estará exenta de ser partícipe del producto de venta chino. En el caso de que así lo sea, el comerciante podría enfrentarse a una condena de 3 años de prisión acompañada de una multa. La investigación también se centró en la búsqueda de una licencia para el comercio de animales salvajes que les concediese los permisos necesarios para poder vender ganado.
Entre las 17 tiendas investigadas, 13 contaban con permisos para vender especies animales salvajes. Sin embargo, ninguna contaba con un certificado de origen ni de cuarentena de los animales previa a la venta, por lo que prácticamente todo el comercio de la fauna silvestre era ilegal. De esta forma, los comerciantes, no pusieron reparo en comentar que vendían algunas especies protegidas de forma ilegal.
La especie de mamífero silvestre más cara puesta en venta era la marmota. El ave más cara que se vendía como alimento era el pavo real indio, a 56 dólares cada uno. La víbora era el reptil más caro, a 70 dólares el kilo. Estos animales podrían albergar enfermedades infecciosas o parásitos portadores de enfermedades, que efectivamente potenciarían las posibilidades de que el principal causante del coronavirus haya sido un animal salvaje procedente del mercado chino, a pesar de que la fuente original de la COVID-19 no haya sido aún establecida.
Conclusiones del estudio
Los resultados del estudio ilustran la explotación de la fauna salvaje en los mercados de Wuhan. Las especies con las que se comerciaba podían albergar una amplia selección de enfermedades y parásitos, a parte del coronavirus, que pueden llegar a ser incluso letales. Por ello, es esencial que se reduzca el tráfico de las especies silvestres en China. Los esfuerzos para conseguirlo han tenido cierto éxito, ya que han conseguido captar la atención de los medios de comunicación.
No obstante, parecen no haber sido suficientes, según informa el estudio, pues el deseo de comprar animales silvestres pasa de generación en generación entre los distintos perfiles de la población china. Además, los animales están vistos como "artículos de prestigio". Por ello, es crucial concienciar a la población a través de la educación, de los grandes problemas que traen consigo la venta de estas especies.
Según el informe, el presidente Xi Jinping consideró que tras el brote de coronavirus, habían aprendido la lección. Como respuesta, el 26 de enero de 2021 el Gobierno prohibió temporalmente la venta de animales salvajes hasta que concluya la pandemia.