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Mundo Tras sufrir una sobredosis

La maldición que llevó a la muerte a una integrante de la realeza escocesa

 Uno de los integrantes más jóvenes de la familia fue la más reciente víctima de la oscura historia que ha perseguido a los Queensberry

Viernes, 23 de Noviembre de 2018
La hija del marqués de un miembro de la nobleza escocés fue encontrada sin vida tras sufrir una sobredosis de heroína y cocaína, el terrible descubrimiento lo hizo su propio novio.

Lady Beth, hija del marqués de Queensberry falleció en una exclusiva fiesta de Notting Hill, uno de los barrios más prestigiados donde las casas llegan a alcanzar hasta los 25 millones de libras (32 millones de USD).

Beth había asistido a una fiesta de dos días en la que había todo tipo de alcohol y drogas. Según testigos presenciales, la adolescente parecía no haber consumido drogas anteriormente e incluso le tuvieron que ayudar a encontrarse la vena para poder inyectarse, según informó la versión digital ABC.

Pero los asistentes no se percataron del fallecimiento debido a que todos pensaron que se había quedado dormida a consecuencia del consumo de narcóticos, pero Jenan Herzos Karagoli, quien llamó a emergencia, según publica Daily Mail.

Lady Beth tenía una doble vida,  ya que en mientras había recibido una beca que la reconocía como una de las mejores jóvenes violinistas del país en el 2016. Poco antes de morir, se anunciaba como prostituta en Twitter, mostrando imágenes en lencería y al lado de sus "esclavos", quienes eran sus clientes y contrataban sus servicios como dominatrix.

Además de todo se encontraba en un tratamiento por problemas de anorexia, transtorno de personalidad y bipolaridad; y según tabloides británicos, la familia de Beth era completamente disfuncional.

Beth o Ling Ling, como también era conocida fue el producto del matrimonio entre SirDavid y una mujer taiwanesa de 31 años, en ese momento él ya tenía 72 años y tenía 4 hijos por su cuenta.


Del cielo al infierno

A pesar de contar con todas las comodidades de un hogar con solvencia, Beth nunca se sintió querida, desde niña se refugió en el violín, el cual fue su mejor compañero durante el duro proceso de separación de sus padres. Su medio hermano, Milo, se suicidó. Este hecho la marcó tanto que comenzó a hacerse lesiones ella misma a los 13 años.

A pesar de las afirmaciones de que Beth no había consumido drogas anteriormente, una fuente cercana le dijo a Daily Mail que en realidad ella se drogaba desde los 15 años, un momento en el que dejó la música.

A esa edad comenzó a desnudarse para ganar dinero a través de skype, e incluso llegó a recibir hasta 500 libras por su hobbie.

En ese momento empezó con cannabis, MDMA y cocaína, y en 2016 fue ingresada en un centro de desintoxicación.

Pero esta rehabilitación no funcionó ya que siguió consumiendo tanto cocaína como metanfetaminas, químicos que llegaba a mezclar con medicamentos que habían sido recetados por sus médicos.

A penas en diciembre del 2017 abrió una cuenta en Twitter donde se hacía llamar Goddess Candy, en la que ofrecía servicios sexuales a través de la cámara web por 20 libras (25.7USD) y con ello mantener sus adicciones.

Pero esto no fue suficiente para ella, por lo que se dedicó a visitar los centros nocturnos de Londres para encontrar clientes que pudieran pagar más que eso.

Su novio, aseguró que en ese momento ya estaba completamente envuelta en la cocaína y hasta comenzó a llevar a sus clientes al departamento que compartían.

Pocas horas antes de morir, había estado con varios hombres en los hoteles de Bayswater.  Esta trágica historia se suma a la maldición de los Queensberry misma que achaca a la familia desde hace siglos, la cual trae consigo muertes inexplicables ocurridas a miembros de su familia.