Rabat anunció la reapertura de una carretera bloqueada por fuerzas del Polisario, que a su vez afirma haber atacado bases militares marroquíes.
El Frente Polisario informó este sábado (14.11.2020) que considera roto el acuerdo de alto el fuego firmado con Marruecos en 1991, luego de que fuerzas marroquíes lanzaran un ataque en el paso fronterizo de Guerguerat, que une a Mauritania con el territorio ocupado por Marruecos en el Sahara Occidental. Por ello, se decretó el estado de guerra en todo el territorio. El documento fue rubricado por el secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), Brahim Ghali.
Poco después, decenas de voluntarios comenzaron a alistarse en los cuarteles de los campos de refugiados levantados hace 45 años en la región argelina de Tinduf, así como en las llamadas "zonas liberadas". "A partir de ahora, todas las regiones militares están movilizadas. Se han abierto las escuelas castrenses, que se están llenando de gente y en las que se ofrece entrenamiento exprés para que puedan incorporarse lo antes posible al campo de batalla”, dijo a EFE un responsable militar que prefirió no ser identificado por seguridad.
El viernes, poco después de que se difundiera la ofensiva marroquí en Guerguerat y de que el propio Ghali advirtiera a la ONU de que consideraba la acción "una violación flagrante de la tregua", cientos de personas salieron a las calles de los campamentos para pedir armas al grito ya tradicional del mundo árabe "con nuestra sangre y nuestra alma" defenderemos nuestra tierra. También hubo manifestaciones la noche del viernes en las ciudades ocupadas por Marruecos, en particular en Aioun, que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad marroquíes.
"La guerra comenzó”
La tensión entre Rabat y el Polisario se disparó luego de que el 21 de octubre un grupo de activistas saharauis bloquearan el paso fronterizo de Guerguerat, que une Mauritania con los territorios ocupados por Marruecos en la antigua colonia española del Sahara Occidental. El viernes, unidades militares marroquíes cruzaron la línea divisoria para romper el bloqueo y levantar un pasillo de seguridad, acción que desencadenó un intercambio de disparos entre el Ejército marroquí y las fuerzas del Polisario apostadas en la zona.
El Frente Polisario, que agrupa a los independentistas saharaui que controlan el este del Sahara Occidental, aseguró el sábado que los combates continuaban. El ministro de Defensa de la RASD afirmó que las fuerzas saharauis llevaron a cabo "ataques masivos" a lo largo del muro de defensa marroquí en las zonas de Mahbès, Hauza, Auserd y Farsia, con "daños humanos y materiales al enemigo". No fue posible verificar esa información de fuentes independientes. El representante Polisario en las islas Canarias, en tanto, aseguró que "la guerra comenzó”.
Por su parte, Marruecos informó que el tráfico comercial volvió a quedar abierto entre el Sahara Occidental y Mauritania, tras la operación militar que lanzó Marruecos. "Decenas de camiones bloqueados desde hace tres semanas a causa de las acciones de las milicias del (Frente) Polisario cruzaron la frontera entre Marruecos y Mauritania en una carretera esencial para el tráfico comercial en el oeste de África", anunció la agencia oficial marroquí MAP. Una fuente de las fuerzas de seguridad mauritanas y un alto dirigente marroquí confirmaron esta reapertura de la frontera.
DZC (EFE, AFP)
El rey de Marruecos está considerado como un monarca dispuesto a hacer reformas. Ha liberalizado el derecho de familia, ha impulsado las lenguas bereberes y, tras el autoritario reinado de su padre, instauró una Comisión de la Reconciliación. También reaccionó con templanza ante las protestas de la Primavera Árabe, en 2011.
El rey Salman, de Arabia Saudí, ya ha decidido quién será su sucesor: su hijo, el príncipe Mohamed, quien apuesta por cautelosas reformas. El nombre del heredero ocupó los titulares internacionales tras el asesinato en Estambul del periodista saudí Khashoggi. A Mohamed se le acusa de, como mínimo, haber sabido del crimen.
Discreto, pero decidido rige el emir de Dubái el destino de su emirato, en el que hay una cultura de tolerancia religiosa. Hace poco, su vida privada saltó a los titulares porque fue abandonado por su sexta esposa, la princesa Haya de Jordania.
Las tensiones con Irán, la guerra en Yemen, el boicot de Catar... El presidente de los Emiratos Árabes Unidos se enfrenta a numerosos retos. Lo hace con experiencia y decisión, algunas veces consultando a otras personas, y otras veces imponiendo sus propias decisiones.
El emir de Catar guarda buenas relaciones con Irán, circunstancia que desaprueban los Estados vecinos de la península arábiga y boicotean a Catar. Lo acusan también de financiar a grupos terroristas del Cercano Oriente. Tamin bin Hamad Al Zani tiene buenos contactos con Hamás, en la franja de Gaza, y profundiza en otras relaciones, como la de Turquía.
Qabus bin Said al Said rige el sultanato de Omán de forma discreta y pacífica. Lleva desde 1970 en el trono, ha modernizado el país y lo ha llevado a un relativo bienestar. De puertas adentro, el país está en orden y es, en comparación con otros, liberal. En política exterior, juega el papel de mediador en varios conflictos, como el de EE.UU. e Irán.
Autor: Kersten Knipp