Este año, en plena segunda ola de casos de covid-19 y con la temporada de gripe a la vuelta de la esquina, la coincidencia temporal de ambos virus puede ser un problema muy grave en los próximos meses.
Lamentablemente, poco más de la mitad de la población de riesgo en España acude cada año a vacunarse. Es una tasa bastante por debajo de la que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Hay varias razones para esto. Por ejemplo, no haber contraído la gripe en años anteriores o, en caso de haber sufrido la enfermedad, padecerla de forma leve o moderada. Esto daría lugar al pensamiento erróneo de “¿por qué tendría que vacunarme cada año si nunca me contagio?”.
Este año, en plena segunda ola de casos de covid-19 y con la temporada de gripe a la vuelta de la esquina, la coincidencia temporal de ambos virus puede ser un problema muy grave en los próximos meses. Aunque esta enfermedad estacional parece haber desaparecido por completo en otros países, no se puede asumir tan pronto que no llegará a Europa y España.
En lo que va de año la pandemia de coronavirus ha cobrado la vida de más 1 millón de personas. Por otro lado, se estima que hasta 650 000 personas fallecen al año de gripe. Por lo tanto, si ya por separado cada una de estas enfermedades es capaz de poner en aprietos al sistema sanitario, si se dan las dos a la vez el desastre está garantizado.
Hasta el momento, la pandemia de coronavirus está lejos de estar controlada y todavía no se dispone de ninguna vacuna ni se la espera a corto plazo.
Por ello, es crucial hacer uso de una de las vacunas que sí tenemos disponibles: la de la gripe.
Es posible que la vacuna frente a este virus no sea perfecta y haya que vacunarse cada año. Sin embargo, si de algo podemos estar seguros es de que salva vidas. Esta razón es más que suficiente para vacunarse, incluso si no existiera el coronavirus.
Diversos estudios muestran que la administración de esta vacuna está asociada con una reducción de alrededor del 50 % de las muertes en personas mayores de 65 años y personas de riesgo.
Por ello, las razones por las que este año es más importante que nunca vacunarse frente a la gripe son múltiples.
La coinfección por el virus causante de la covid-19 y el virus de la gripe no se ha estudiado en detalle. Aunque parece que es un evento raro, sí parece que es posible.
Además, otro estudio más reciente muestra que la gente infectada con ambos virus a la vez enfermaba más que los pacientes con solo covid-19.
Es triste, pero es verdad. La pandemia de covid-19 ha dado lugar al colapso del sistema sanitario y ha evidenciado la escasez de personal, camas destinadas a UCI y ventiladores. Todo ello sin estar en temporada de gripe.
Si tenemos en cuenta que una parte de las personas infectadas por gripe necesitará también cuidados intensivos, las matemáticas no cuadran. Por ello, cualquier medida que ayude a disminuir el número de casos de gripe será de gran ayuda para que todos podamos recibir la atención sanitaria que necesitemos.
La covid-19 y la gripe son enfermedades respiratorias contagiosas provocadas por virus diferentes pero cuyos síntomas comunes son muy parecidos y difíciles de diferenciar. Estos síntomas incluyen fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga, mucosidad nasal y dolor muscular.
Por esta razón, la mejor forma de distinguir ambas infecciones y confirmar el diagnóstico es realizando una prueba de detección. Si algo hemos aprendido en la primera ola es que no hay pruebas para todos, ya sea por falta de personal, reactivos o maquinaria. Por lo tanto, si hay que hacer test a la gente con covid-19 y también a los infectados por gripe, el sistema de pruebas se podría ver saturado.
Además, si no podemos diferenciar a qué virus nos enfrentamos esto podría suponer un retraso en el diagnóstico, el inicio de tratamientos equivocados y medidas de cuarentena o aislamiento innecesarias.
En resumen, este año es más importante que nunca vacunarse frente a la gripe para protegernos y proteger a los que nos rodean. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las dosis de las que disponen los países, aunque mayores que otros años, son limitadas y ya se están provocando atascos y desabastecimientos en algunos centros. Por eso, es fundamental priorizar las vacunas entre la población de riesgo.
Este pequeño gesto es de vital importancia para evitar complicaciones en caso de infectarse por el nuevo coronavirus y ayudará a paliar los efectos de la pandemia de covid-19.
Jose M Jimenez Guardeño, Investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas, King"s College London y Ana María Ortega-Prieto, Postdoctoral research associate, King"s College London
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.