El gobierno de Uruguay advirtió hoy que resolverá en un "plazo prudencial", y "con naturalidad y sin dramatismos", el pedido de asilo hecho por el ex presidente de Perú Alan García, quien justificó su decisión en un supuesto "clima de persecución política".
El funcionario aseguró que el gobierno uruguayo tomó "con naturalidad y sin dramatismos" el pedido hecho por García en la noche del sábado, horas después de que un juez le prohibiera salir de Perú durante 18 meses mientras se lo investiga por presunto lavado de activos y otros delitos.
García ingresó entonces en la residencia del embajador de Uruguay en Lima, Carlos Barros, desde donde pidió el asilo y donde permanecía hoy rodeado de una nutrida custodia policial, después de que frente al lugar se reunieran ayer numerosas personas para manifestarse a favor y en contra del ex jefe del Estado.
Bergamino sostuvo que su gobierno tomará un "plazo prudencial" para analizar la solicitud de García porque, "según el tratado de 1954, si se concede (el asilo), Uruguay considera que hay persecución política".
El tratado citado es la Convención de Caracas sobre asilo diplomático, suscripta por Perú y Uruguay, entre otros países, y citada por ambos gobiernos en todas las comunicaciones oficiales hechas desde ayer sobre el caso.
Precisamente "persecución política" es el motivo que aduce García, en una carta dirigida al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, para justificar su refugio en la residencia del embajador y el pedido de asilo político.
"Hoy, una vez más, en mi patria, las leyes y procedimientos se desnaturalizan y manipulan por intereses políticos como instrumentos de persecución", dijo García en la carta, que reprodujo parcialmente la agencia de noticias EFE.
A su juicio, el intento de copar las instituciones que atribuye al gobierno del presidente Martín Vizcarra "ha creado un clima de indefensión jurídica donde ni la verdad ni la ausencia de pruebas valen ante el afán de usar los procedimientos investigatorios, extremando abusivamente sus ilícitas atribuciones".
Mientras tanto, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, quien inicialmente había dicho que el asilo sería concedido, señaló ahora que su gobierno necesita información para "evaluar la situación y tomar la decisión que considere soberanamente adecuada a las circunstancias".
En ese contexto, Vizcarra y Vázquez conversaron por teléfono sobre el caso y el mandatario peruano prometió a su colega uruguayo enviarle mañana la información necesaria para resolver el pedido de García.
"Tuvimos una conversación de entre siete y ocho minutos, donde planteamos la importancia de este tema para que, respetando obviamente la decisión que tome Uruguay, pondere la posición del Perú, que va a ser expuesta a través de un documento que haremos llegar a más tardar el día de mañana", dijo Vizcarra a periodistas.
“Le hice referencia al presidente (Vázquez) que recuerde que en abril se llevó a cabo la cumbre de las Américas y que, reunidos los presidentes de las tres Américas, del Sur, Centro y Norte aquí en el Perú, tratamos el tema de la gobernabilidad y la corrupción en nuestros países “, subrayó Vizcarra, según consignó la agencia estatal Andina.
El sábado pasado, a pedido del fiscal antilavado José Domingo Pérez, el juez Juan Carlos Sánchez Balbuena prohibió a García que salga de Perú durante 18 meses, mientras se investiga si cometió colusión y lavado de activos en relación con el caso de los sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht.