Después de reunirse hoy a solas por primera vez con el jefe del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, en un hecho totalmente inusual, el Papa pronunció ante él y su delegación un discurso de 8 minutos en el que le dio una clase de política y advirtió que ‘las ideologías sectarizan, deconstruyen las patrias, no construyen‘.
"Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria", afirmó el Papa, que recordó lo difícil que es ser político, que la política es la forma más alta de caridad, que es servicio y que "construir la patria es con todos".
Totalmente inesperado y nada habitual, el discurso -que puede calzar como como anillo al dedo a la realidad de muchos otros países marcados por polarización y grietas, como la Argentina- tuvo sabor a tirón de orejas para Sánchez y dejó perpleja a la delegación española que sólo esperaba una "foto opportunity" con el Papa.
Aunque fue diplomático, ya que no aludió a los diversos frentes que la Iglesia católica española tiene abiertos con el gobierno de Sánchez por un proyecto de ley de eutanasia, otro de aborto y una inminente nueva ley educativa en la que hay una relectura de la historia reciente de España muy sesgada, el Papa fue muy claro a la hora de advertir sobre los peligros de la deriva de los sectarismos, los nacionalismos y de las ideologías.
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Francisco, que habló ante la delegación española en la Biblioteca del Palacio Apostólico después de haber estado reunido a solas con Sánchez durante 20 minutos, recordó al principio que la política es una de las formas más altas de caridad, que es un misión "muy difícil, desgastante", porque su objetivo es "hacer progresar el país, consolidar la nación y construir la patria".
"Si bien hacer progresar un país parece fácil, no lo es. Supone relaciones internacionales, continuamente, de comercio, de ciencia, de técnica, de todo... Consolidar una nación a veces supone dificultades de entendimiento con los localismos, en todos los países los hay ¿no?... Los dialectos, pero también de entendimiento del derecho, la justicia, pero de hacer que la nación sea cada vez más fuerte", dijo. "Y quizás lo más difícil sea hacer progresar la patria, porque ahí entramos en una relación de filiación... la patria es algo que hemos recibido de nuestros mayores. Patria, paternidad. Viene de ahí. Y es algo que tenemos que dar a nuestros hijos. Estamos de paso en la patria. Y construir la patria es lo que yo diría en este caso. Si con el país hay que hacerlo progresar, con la nación consolidarlo y con la patria tenemos que construir. Construir la patria con todos. Y eso no es fácil", subrayó.
"La patria donde no nos es permitido el borrón y cuenta nueva. No. En una empresa no es permitido. No. Porque es algo que hemos recibido. Y tampoco nos es permitido ir a refugiarnos allá, en lo que fue hace 50 o 100 años. No. El desafío de recibir de las raíces para poder dar fruto. Y ahí hay un poema de Bernárdez [Francisco Luis Bernárdez] muy lindo... que dice: "Todo lo que el árbol tiene de florido le viene de aquello que tiene de soterrado". Pero no se quedó en las raíces. Quizás la fantasía tradicionalista es: "Ah, ¡volvamos a las raíces!". Y no. No. Tomo la inspiración, soy hijo, pero también tengo que ser padre en el futuro y para eso tengo que vivir un presente que implica discernimiento. Y esto no es fácil, para mí es lo más difícil de la política", indicó. Según las imágenes que difundió el Vaticano, Sánchez, acompañado por su mujer y la embajadora ante el Vaticano, entre otros poco, entonces lo escuchaba atentamente, cual alumno a un profesor que da cátedra.
Francisco advirtió luego de las "coartadas que, disfrazadas o de modernidad o de restauracionismo" suelen ser utilizadas "para que la patria sea lo que yo quiero y no lo que he recibido y que tengo que hacer crecer libremente". "Y ahí entran en juego las ideologías. Armar una patria a mi cabeza, a mi mente, a mi idea, no con la realidad del pueblo que recibí y que tengo que llevar adelante, que estoy viviendo", alertó.
Acto seguido recordó el libro de un intelectual italiano del Partido Comunista titulado "Síndrome 1932" que recuerda la caída de Weimar y el surgimiento del nacionalsocialismo, que provocó un drama en Europa por una patria inventada por una ideología. "Porque las ideologías sectarizan, las ideologías deconstruyen la patria, no construyen", indicó, al llamar a aprender de la historia y al recordar que en ese libro el autor advertía, con mucha delicadeza, que Europa está siguiendo un camino parecido.
"Con estas palabras simplemente quiero recordar a los políticos que su misión es una forma muy alta de caridad y amor. No es cuestión de maniobras o de resolver casos que todos los días llegan al escritorio del político, sino de servicio, en las tres vertientes, de hacer crecer el país, de consolidar la nación y de construir la patria", insistió. "Y es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria", lamentó. "Me viene a la mente en este momento el poema de Jorge Dragone "Se nos murió la patria". Es el réquiem más doloroso que yo he leído y de una belleza extraordinaria. Ojalá nunca nos suceda a nosotros", concluyó.
Fuente: Diario La Nación