Este sábado, en la ciudad de Asís, Italia, el cardenal Agostino Vallini presidió la beatificación del joven que dedicó sus 16 años de vida a ayudar a los necesitados y llevar la Palabra de Dios al mundo a través de internet. Por qué su cuerpo se ve en perfecto estado, qué dice la Iglesia, y los otros santos que se encuentran “íntegros”
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Carlo Acutis, quien nació Londres, Inglaterra; pero creció en Milán, Italia, y tan solo vivió 15 años. En 2006, Carlo enfermó de leucemia y murió el 12 de octubre de ese año
El 10 de octubre Carlo será beatificado por el Papa Francisco. El joven que ha causado fascinación porque su cuerpo, ya que tras 14 años permanece intacto y es hoy venerado por los católicos.
El cuerpo del chico se encuentra en la iglesia de Santa Maria Maggiore, Asís, Italia.
La beatificación (del latín: beatus —bendito— y facere —hacer—) es un reconocimiento otorgado por la Iglesia católica de la entrada de una persona muerta en el cielo y la capacidad de interceder en favor de personas que rezan en su nombre. Un paso antes de ser santo.
Según información de ACI Prensa, Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres (Inglaterra) en donde trabajaban sus padres. Algunos meses después, sus papás Andrea Acutis y Antonia Salzano, se mudaron con él a Milán.
Criado por padres bastante tradicionales pero en nada practicantes del catolicismo. Se podría calificar a la familia como “católicos sociales”, es decir aquellos solo van al templo para bautismos, casamientos y sepelios. Sin embargo, extrañamente, desde muy niño Carlo mostró una vocación especial por los temas vinculados a la religión.
En la casa de los Acutis trabajaba una señora de origen polaco de nombre Devota, quien podría ser la fuente en la cual Carlo comenzó a conocer el Evangelio y a Iglesia. Desde que recibió la Primera Comunión a los 7 años el niño nunca faltó a la cita cotidiana con la Santa Misa. Siempre, antes o después de la celebración eucarística, se quedaba delante de la Sagrario para adorar al Señor. Y rezaba el Rosario todos los días. La modernidad de Carlo conjugaban perfectamente con su profunda vida eucarística y devoción mariana, que contribuyeron a que llegase a ser un chico muy especial al que todos admiraban y amaban.
Carlo estaba particularmente interesado en el mundo de las tecnologías, de la información y la comunicación. Entre sus pasiones estaba la informática por la que mostró un gran talento. Ideó y organizó un material audiovisual para la red relacionado con sus creencias religiosas acerca de la Eucaristía. Durante su tiempo libre concurría a la parroquia y ahorraba dinero para poder prestar ayuda a los más necesitados.
Podemos leer en sus escritos: “La felicidad es mirar a Dios. La tristeza es mirarte a ti mismo”. Tal era su testimonio de vida que una familia de religión Hindú, a la que prestaba ayuda, al ver la espiritualidad del joven se convirtieron al Cristianismo.
A principios de octubre de 2006 Carlo enfermó leucemia del tipo M3. No había ninguna posibilidad de curación. Carlo sabía que se moría, y al ingresar al hospital le dijo a su madre: “De aquí ya no salgo”.
Pidió la unción de los enfermos y tres días después del diagnóstico, el 12 de octubre de 2006, falleció en el hospital San Gerardo de Monza, Italia. Antes de saber de su enfermedad, realizó un video en el cual anunciaba su muerte y solicitaba ser enterrado en Asís.
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