El papa Francisco reflexionó hoy, durante el Angelus, acerca del mismo concepto. ‘Quien busca pensar en el propio mérito, fracasa‘, expresó.
El Papa sostuvo que Dios "no se fija en el tiempo y en los resultados, sino en la disponibilidad, en la generosidad con la que nos ponemos a su servicio". "Su actitud es más que justa, en el sentido de que va más allá de la justicia y se manifiesta en la Gracia. Todo es Gracia. Nuestra salvación es Gracia, nuestra santidad es Gracia. Regalándonos la Gracia, él se agiganta mucho más de lo que merecemos", dijo.
En ese sentido, agregó: "Quien razona con la lógica humana, o sea, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, de primero pasa a último". Luego seleccionó esas palabras para publicarlas en su cuenta oficial de Twitter.
Quien razona con la lógica humana, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, pasa de ser el primero a ser el último. En cambio, quien se confía con humildad a la misericordia del Padre, pasa de último a primero (cfr. Mt 20, 1-16). #EvangeliodeHoy&- Papa Francisco (@Pontifex_es) September 20, 2020
"Recordemos quién fue el primer santo canonizado en la Iglesia, el buen ladrón. Robó el Cielo en el último momento de su vida. Esto es Gracia, eso hace Dios, incluso con todos nosotros. En cambio, quien busca pensar en el propio mérito, fracasa. Quien confía con humildad en la misericordia del Padre, como último, igual que el buen ladrón, se encuentra en primer lugar", señaló Francisco.
La semana pasada, Alberto Fernández habló nuevamente sobre federalismo, desde la provincia de San Juan, y se refirió a la necesidad de "darles a todos las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo". En esa línea, opinó: "Lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres. Y entonces no es el mérito, es darle a todos las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo. Mientras eso no ocurra en la Argentina, no podemos estar tranquilos con nuestras conciencias".
Fuente: La Nación