Macron da un ultimátum a la clase política libanesa: o reformas o represalias (sanciones incluidas)
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha dado un ultimátum a la clase política libanesa: o reformas o represalias, sanciones incluidas.
En su visita de dos días al país Macron multiplica los contactos para ayudar a sacar al país de la profunda crisis y de las consecuencias de la terrible explosión del mes pasado.
Esta es la segunda visita de Macron desde la devastación del 4 de agosto, que mató a 190 personas e hirió a más de 6.000.
Tras ella el Gobierno dimitió. Ahora hay un nuevo primer ministro y Macron se ha reunido con el presidente para apoyar la formación de un nuevo Ejecutivo.
"Estoy preparado para organizar, alrededor de mediados de octubre una conferencia de apoyo internacional con las Naciones Unidas, preparado para acogerla en París", declaró Macron, "y allí, basándonos en vuestras peticiones y con el trabajo que haremos con el nuevo Gobierno, y bajo el firme paraguas de las Naciones Unidas, podremos pedir el apoyo de nuevo de todos los países".
Macron además ha querido honrar el centenario del Líbano, que se celebra este año, yendo a plantar un cedro, árbol nacional, al bosque de Jaj, al noreste de Beirut.
Del bosque fue al puerto, que ya visitó en agosto; a la zona cero de la tragedia.
Allí supervisó el reparto de ayuda llegada desde Francia y se encontró con los 400 soldados que colaboran con el ejército libanés en la limpieza del puerto, vital para un país que importa el 85% de lo que consume.
La visita de Macron también ha estado marcada por las protestas contra la clase dirigente, vista como responsable del colapso económico y de la explosión. La policía ha disparado gas lacrimógeno a los que tiraban piedras y trataban de romper las barricadas y llegar al Parlamento.