Las protestas contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por la crisis económica y sus casos de corrupción, han generado enfrentamientos en las calles entre sus detractores y extremistas de ultraderecha que lo defienden, profundizando un clima de polarización social que trae malos recuerdos en el país.
Las protestas contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por la crisis económica y sus casos de corrupción, han generado enfrentamientos en las calles entre sus detractores y extremistas de ultraderecha que lo defienden, profundizando un clima de polarización social que trae malos recuerdos en el país.
En Israel es habitual que protestas de un grupo con una marcada orientación política estén acompañadas de otra con opiniones opuestas. Suelen llamarse traidores unos a otros, insultarse y provocarse, probando los límites del cordón policial que los separa, que generalmente suele evitar enfrentamientos violentos.